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Fomento admite tarifas variables para explotar las futuras autopistas de peaje

La carrera por hacerse con la construcción y explotación de las autopistas radiales de peaje que permitirán un acceso rápido a la capital ha comenzado. El Ministerio de Fomento publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado los pliegos de condiciones para adjudicar las obras de las dos primeras radiales (R-3 y R-5) de peaje y el tramo correspondiente a la M-50 oeste, de uso gratuito. La novedad estriba en que las autopistas de pago podrán tener tarifas variables "para cada periodo del año" si la empresa encargada de la explotación se decanta por esta posibilidad.El precio de los tres grandes proyectos rondará los 111.000 millones de pesetas, con la indicación expresa de que la M-50, que ahora sólo cuenta con un par de tramos (el Eje Culebro y el enlace del Eje Pinar con la N-VI, poco más de diez kilómetros), continúe libre de peaje. Todas estas grandes vías de comunicación deberán estar abiertas antes del 31 de diciembre del 2001.

El ministerio publicó las reglas del juego por las que se regirá la adjudicación de estas infraestructuras. A partir de hoy mismo, los grandes grupos constructores del país disponen de 52 días naturales de plazo para presentar sus propuestas. Aproximadamente, dos meses después de haber analizado los pros y los contras de cada una, Fomento hará público el nombre de los ganadores de los concursos.

Las autoridades gubernamentales parecen dispuestas a acortar al máximo los plazos: teniendo en cuenta que "la totalidad de las obras habrán de entrar en servicio antes del 31 de diciembre del 2001", según consta en el pliego de condiciones conocido ayer, a las adjudicatarias les quedarán dos años escasos para construir las nuevas carreteras. La ganadora de cada concurso tendrá que financiar un tramo proporcional de la M-50.

El Ministerio de Fomento ofreció ayer una predicción muy optimista sobre los benéficos efectos que tendrán las autopistas radiales para el quehacer diario de los madrileños. Según estos cálculos, las nuevas infraestructuras ahorrarán 64.000 horas diarias en desplazamientos y permitirán un ahorro (en tiempo y en combustible) de 35.000 millones de pesetas al año.

Fomento fija un máximo de 15 pesetas por kilómetro en caso de tarifas variables

Los automovilistas que quieran eludir los atascos tomando el atajo de las radiales de pago deberán abonar en taquilla una cantidad en torno a las 300 pesetas. El criterio para calcular el importe del viaje es el de un máximo de 10 pesetas por kilómetro para los vehículos ligeros (motocicletas, turismos, furgones, furgonetas y microbuses), 14 para los pesados y 17 para los pesados de segundo grupo (camiones y autocares con cuatro o más ejes), con precios calculados a 31 de diciembre de 1999. En consecuencia, las tarifas reales, dos años después, serán en torno a un 5% más elevadas que estas cifras, como consecuencia del incremento previsible del IPC.En el capítulo tarifario figura la principal novedad del concurso de Fomento. Aunque el criterio general es el referido, el ministerio abre a las empresas concursantes la posibilidad de "proponer tarifas diferentes para cada periodo del año o con cualquier otro criterio objetivo", de modo que "puedan optimizar los ingresos del peaje". Es decir, una candidata a la adjudicación puede proponer un peaje más caro durante los meses de verano, por ejemplo, y abaratar las tarifas en invierno. O en las horas punta frente a las horas valle. En caso de que el concursante opte por este sistema de tarifas dispares, los precios máximos no podrán sobrepasar las 15, 17 y 25 pesetas por kilómetro en cada uno de los tres grupos de vehículos.

30% de usuarios

El ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, vaticinó ayer que "al menos un 30%" de los vehículos que acceden a Madrid se decantarán por las autopistas de peaje. Partiendo de esa premisa, las adjudicatarias tardarán algo más de 20 años en rentabilizar su inversión. Las concesiones salen a concurso por un plazo de 50 años.

La R-3, la alternativa de pago a la autovía de Levante, arrancará de la M-40 y discurrirá al este de la actual N-III, para desembocar en ella nada más sobrepasar Arganda del Rey. Sus 32,5 kilómetros deberán materializarse con un coste máximo de 37.136 millones de pesetas. El trazado atraviesa el término municipal de Rivas-Vaciamadrid, cruza el río Jarama, surca tierras de Mejorada del Campo y Velilla de San Antonio y va a parar a Arganda después de subir por las cuestas del arroyo Cacera.

El automovilista que se decante por esta radial dispondrá de seis enlaces, con la M-40, la M-45 (el medio cinturón promovido por la Comunidad de Madrid en el arco sureste de la región), la M-50, la M-208 (Mejorada-Velilla), la M-300 (Arganda-Loeches) y, por fin, la autovía de Valencia.

Por lo que se refiere a la radial número 5, opción de peaje frente a la carretera de Extremadura, también partirá de la M-40 y agotará sus 30,8 kilómetros de recorrido a la altura de Navalcarnero. La R-5 irrumpe en el parque de Costa Polvoranca (Alcorcón), pasa por medio de Móstoles y Fuenlabrada y bordea el municipio de Arroyomolinos, que ahora apenas alcanza los 3.000 vecinos, pero figura como una de las localidades con más proyección, con la construcción de 4.000 nuevas viviendas y de un complejo artificial de esquí (Xanadú 2000).

A esta radial le nació ayer mismo el primer grupo opositor. 22 colectivos de Alcorcón, entre ellos el PSOE, IU, UGT y CC OO, crearon una plataforma ciudadana en contra de esta variante. El colectivo exige una autovía gratuita que facilite el acceso de los alcorconeros a Madrid (la R-5 no prevé salidas con Alcorcón y Leganés) y que la futura carretera no aísle al municipio, informa

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