La ley sobre adopción de embriones divide al Gobierno italiano

La ley que regulará en Italia la fecundación asistida, hasta ahora un territorio sin normas claras, fue aprobada ayer en la Cámara de Diputados por 266 votos a favor, frente a 153 en contra y 28 abstenciones. El texto, que prohíbe la fecundación in vitro con semen ajeno a la pareja, y otorga a los embriones la posibilidad de ser adoptados, provocó la airada protesta de varias de las fuerzas que integran el Ejecutivo.

Sin embargo, la ley fue aprobada gracias al apoyo de los diputados del Partido Popular Italiano (PPI), segunda fuerza en el Gobierno de centro-izquierda. El PPI, heredero de la democracia cristiana, votó con la oposición (Polo y Liga Norte) la aprobación de dos artículos esenciales, el que veta la fecundación in vitro con semen ajeno a la pareja, y el que consagra los derechos de los embriones a ser adoptados. Artículos ambos que han permitido que la ley, tal y como quedó aprobada ayer, haya obtenido la aceptación del Vaticano y de los grupos pro-vida. El mundo católico ha protestado airadamente, en cambio, contra la aceptación de que las parejas de hecho puedan recibir ayuda médica para poder procrear.La aprobación de la adopción de embriones mereció los aplausos de los sectores cristianos dentro del principal partido de Gobierno. "Es una norma destinada a evitar que se destruyan los embriones congelados y para ofrecer una alternativa de vida", declaró entusiasmado Mimmo Lucá, vicepresidente de los Demócratas de izquierda y coordinador de los cristianos sociales.

Los sectores de la izquierda reformista y la izquierda radical, que forman parte del Ejecutivo, consideraron en cambio la ley "inaceptable" por lo retrógrada. Particularmente crítica fue la diputada de los Demócratas de Izquierda, Marida Bolognesi, que ha reclamado la intervención de la ministra de Sanidad, Rosy Bindi, para evitar que el texto se promulgue.