La creciente presencia militar marca los 100 primeros días de Chávez
Ya no sorprende ver a soldados vendiendo pollos y verduras en improvisados mercados populares o destapando putrefactas alcantarillas en Caracas desde que el presidente venezolano Hugo Chávez tomó posesión hace cien días. Altos oficiales se han convertido en ministros de su Gabinete, y, si prosperan los planes, dentro de poco los estudiantes tendrán un servicio "premilitar" obligatorio en las escuelas. La sociedad es militarizada, y el Ejército se politiza, algo que preocupa a la oposición, cuyas denuncias han pasado inadvertidas
Poco a poco, el teniente coronel retirado, que en 1992 encabezó la intentona golpista contra Carlos Andrés Pérez, ha ido reforzando el protagonismo de las Fuerzas Armadas en todos los ámbitos, incluyendo la educación.En primer lugar, nombró en puestos claves de su Gobierno a oficiales que le secundaron en los alzamientos militares de 1992. Seis ministros (entre ellos los de Defensa, Educación e Infraestructuras) son compañeros de armas, y el 70% de los viceministros también. Además, el presidente puso a un vicealmirante, Hernán Gruber, como gobernador de Caracas, y al coronel Luis Alfonso Dávila como presidente del Congreso.
Chávez también ha puesto en marcha el polémico proyecto Bolívar 2000, en el que 70.000 soldados realizan obras sociales, sanitarias y de infraestructura, como limpieza de cloacas, construcción de carreteras y puentes, reparto de comida e instalación de mercados populares, vacunación de niños y esterilización de mujeres pobres en barriadas humildes. En tercer lugar, el mandatario venezolano ha aumentado el presupuesto del Ministerio de la Defensa. También ha propuesto una reforma de la ley de alistamiento para eliminar las exenciones, extender el servicio militar a todos los ciudadanos e incluir como asignatura obligatoria en las escuelas una prestación "premilitar" aún sin definir. Pese al 10% de recorte que ha sufrido el presupuesto nacional, la asignación para las Fuerzas Armadas no sufrió la misma poda. En 1998, el presupuesto de Defensa fue de 1.206 millones de dólares (poco más de 180.000 millones de pesetas), y este año aumenta a 1.364 millones.
Tello Benítez, de la Causa R, miembro de la comisión de defensa de la Cámara de Diputados, ve con recelo los planes militaristas del nuevo Gobierno y los compara con la organización social que se da en Cuba, que en su opinión es "una sociedad militarizada".
El diputado Benítez se siente consternado por el rumbo militarista que ha tomado Venezuela, pues percibe que el Gobierno de Chávez "quiere ir más allá, al reclamar la beligerancia y la politización de las Fuerzas Armadas", lo que califica de "error y una aberración".
Considera que en el fondo los planes del presidente persiguen conformar "un partido militar, porque no tiene una base política en el Parlamento debido a las contradicciones en que ha caído la misma coalición de partidos que lo llevó a la presidencia, y la agudización de la crisis social. Chávez se apoya en las Fuerzas Armadas y en nadie más, y su estrategia es penetrar los diferentes sectores sociales, especialmente el popular, para consolidar a los militares como un poder en el tiempo".
Para el ministro de Exteriores, José Vicente Rangel, "no hay tal militarización", según declaró. "El hecho de que un militar participe en una gestión de gobierno no significa una tendencia militarista. Con Chávez se ha cerrado la brecha entre civiles y militares y eso es altamente positivo".
Esfuerzo demagógico
Pero la oposición no comparte la opinión del canciller. Henry Ramos Allup, jefe de la fracción parlamentaria de Acción Democrática, el mayor partido de Venezuela, señala que "no es integración ni unión ver a los soldados vendiendo ajo porro en la mano. Eso es un inmenso esfuerzo demagógico. El Ejército está para mandar y cumplir órdenes. No es bueno militarizar la sociedad o a la inversa. Cada sector debe estar en sus funciones específicas".Los venezolanos no acaban de acostumbrarse a ver uniformados hasta en la sopa. Mireya Rodríguez, jefe de la fracción parlamentaria de Proyecto Venezuela, rechaza los planes de Chávez de dar preeminencia a las Fuerzas Armadas. "La relación con los militares es desventajosa para los civiles, porque ellos tienen el monopolio de las armas", dice, al denunciar una organización paramilitar llamada Comando Cívico Militar Ezequiel Zamora, que solicita a las empresas que permitan a sus trabajadores hacer el servicio militar.
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