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Piqué afirma que antes de que termine el mes se decidirá la privatización de Babcock

El ministro de Industria, Josep Piqué, aseguró ayer que antes de que termine este mismo mes se adoptará la decisión definitiva sobre la privatización de Babcock Wilcox. Mc Dermott es la única empresa que ha presentado una oferta para hacerse con la fabricante de bienes de equipo, señaló Piqué, aunque Stein Muller y Duro Felguera se mostraron en su día interesadas en participar en la privatización. El ministro señaló que Mc Dermott es una oferta "a considerar" aunque lamentó que no hayan optado más empresas al proceso y señaló que el plazo para la presentación de nuevas ofertas está abierto hasta el próximo viernes. El titular de Industria realizó estas declaraciones a la entrada del Palacio Euskalduna. Cuando se dirigía a participar en los II Encuentros empresariales de la economía en Euskadi, organizados por Cinco Días y Arthur Andersen, Piqué fue abordado por el secretario del comité de empresa de Babcock Wilcox, José Antonio Ruiz, quien se había concentrado junto a otros compañeros en el acceso al palacio para reclamar un plan industrial para la empresa y para la Margen Izquierda. El representante del comité de empresa, en el que tiene mayoría UGT, arrancó al ministro el compromiso de mantenerles informados "en tiempo real" de la marcha del largo proceso de privatización, que se complicó tras la retirada de la multinacional anglonoruega Kvaerner, principal candidata a hacerse con la empresa vasca de bienes de equipo. Ruiz pidió al ministro un plan de futuro para Babcock Wilcox a lo que Piqué respondió: "Tenemos el mismo objetivo". Lo que no pudo conseguir el secretario del comité de empresa es una entrevista. Según explicó Ruiz, los representantes de los trabajadores llevan meses solicitando sin éxito una reunión con los responsables de la Sepi, propietaria de Babcock Wilcox. Piqué emplazó a Ruiz a hablar de esa cuestión con el presidente de la Sepi, Pedro Ferreras, que ayer no acudió a las jornadas empresariales, como estaba previsto. Los trabajadores de la empresa mostraron su temor a que el Gobierno "privatice la empresa a cualquier precio, sin pensar en los trabajadores y planteando la amenaza de que la última salida es el cierre". Apostados tras dos pancartas, una pequeña representación de la plantilla de Babcock Wilcox reclamó su participación en el proceso de privatización y, especialmente, en la toma de decisiones sobre el futuro de la compañía. Reclaman además que se mantenga el mayor nivel de empleo posible.

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