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Las amenazas a ediles populares no cesan y los alborotadores tienden una trampa a la Ertzaintza

El cese de la violencia callejera en Euskadi es, por el momento, un espejismo. La cruda realidad de las pintadas amenazantes contra ediles populares vizcaínos y dirigentes de Unidad Alavesa (UA) o el boicot de la conferencia del líder del PP, Carlos Iturgaiz, en la Universidad vasca, son sólo muestras de la persistencia de la intimidación. La presencia en Bilbao, el domingo, del ultraderechista Ricardo Sáenz de Ynestrillas degeneró en una batalla campal entre radicales y antidisturbios de la Ertzaintza. La pasada noche, grupos de encapuchados provocaron incidentes y arrojaron, en plena emboscada, cócteles mólotov y objetos contundentes a las primeras patrullas policiales que acudieron a Getxo (Vizcaya).

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El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, aseguró ayer en los pasillos del Congreso de los Diputados, que cuando el cese o no de la violencia "es táctico, porque interesa o no para las elecciones, es imprevisible lo que vaya a suceder, porque las tácticas pueden cambiar cada cinco minutos". A juicio del máximo responsable de Interior, los incidentes de la pasada noche en Algorta, municipio de Getxo, "lo único que pone de manifiesto es que hay una cultura de la violencia en sectores políticos y sociales del País Vasco que buscan cualquier justificación, como la de que aparezca un ultra como Ynestrillas a provocar, lo cual atrae fácilmente a los violentos radicales abertzales", señaló. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, quien ultima un pacto de legislatura con EH, evitó ayer valorar los últimos sabotajes.

De nuevo, la Ertzaintza (policía vasca) ha pasado a ser objetivo de los encapuchados. La "provocadora" visita de Ynestrillas a la capital vizcaína se saldó con un prolongado enfrentamiento de los encapuchados con los beltzas (antidisturbios) de la policía vasca.

Además, el martes, tras una manifestación en favor de la liberación de dos jóvenes arrestados por la Ertzaintza en Vitoria por quemar contenedores, se reprodujeron los incidentes pasadas las 22.00 horas del martes. Los alborotadores volcaron contenedores y levantaron barricadas en varias calles del municipio de Getxo. El objetivo era atraer a las patrullas policiales para tenderles una emboscada. Los primeros agentes que acudieron al lugar en dos furgonetas fueron recibidos con una lluvia de artefactos incendiarios, piedras, tornillos y bolas de acero. Ninguno de ellos resultó herido, y no se produjeron detenciones entre la quincena de jóvenes que intentó emboscarles. En Vitoria, quemaron ayer una furgoneta del dueño de un garaje.

Amenazas

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Junto a los incidentes, el Partido Popular denunció ayer nuevas amenazas a la candidata de este partido por Getxo, Marisa Arrue, cuya fotografía ha aparecido en unos carteles con los lemas "fascistas os vamos a botar... de Euskal Herria" o "Ynestrillas, PP, Guardia Civil, estáis muertos". Las amenazas van también dirigidas al instituto armado y al dirigente ultraderechista. El presidente del PP vizcaíno, Leopoldo Barreda, reveló también la existencia de amenazas contra la edil popular de Trápaga, a la que le colocaron un cartel en las escaleras de su domicilio con la frase: "Nos las vas a pagar", con las siglas del PP dentro de una diana.

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