El subsecretario de Sanidad aboga por las fundaciones y el modelo Alzira
El subsecretario de la Consejería de Sanidad, Rubén Moreno, apuntó ayer los cinco principios esenciales que, a su juicio, deben fundamentar el sistema sanitario público, "según las modernas teorías sobre organización sanitaria": Separación entre financiación y provisión de los servicios sanitarios, distribución equitativa de los recursos, autonomía de los centros, participación de los profesionales y libertad de elección del ciudadano. Moreno, que pronunció una conferencia en Valencia sobre La modernización del sistema sanitario: nuevas formas de gestión, señaló que todas las reformas de los sistemas sanitarios emprendidas en las últimas décadas en los países industrializados se basan en un uso más racional de los recursos -contención del incremento de costes y aumento de la calidad- y añadió que el Sistema Nacional de Salud debe poner el acento en el trato humano, la eficiencia, la racionalización del gasto, una financiación pública sostenible y la solidaridad entre regiones. Moreno explicó que con la figura de las fundaciones públicas sanitarias "están garantizados los principios de universalidad y equidad en el acceso a las prestaciones", porque "la transformación de los centros afecta únicamente a su forma de gestión, manteniendo su carácter de servicio público". Añadió que el modelo del hospital de Alzira responde igualmente a la aplicación del principio de separación de funciones, ya que la Generalitat es la financiadora y la empresa concesionaria -Adeslas y sus socios- es la provisora del servicio. Según sus propias palabras, esta fórmula de gestión, en la modalidad de concesión administrativa (construcción y gestión del hospital por un periodo de 10 años), está regulada en la Ley 13/1995 de Contratos de las Administraciones Públicas. "El servicio sanitario sigue siendo un servicio público esencial, y la Administración es titular del mismo, de modo que ejerce las facultades de control, inspección, normativa y sancionadora", dijo.
