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Reportaje:

Periodismo "inmoral"

Un juez de EE UU condena a un periodista que accedió a 'porno' infantil en Internet para un reportaje

Pasar dos años a la caza de una exclusiva periodística sobre la pornografía infantil en Internet es "inmoral". Sobre todo si para ello se accede reiteradamente a estas páginas de la red y, bien avanzada la investigación periodística, ni siquiera se aportan notas sobre el reportaje.Esto le ha ocurrido a Larry Matthews, un veterano reportero de Maryland, el Estado vecino a la ciudad de Washington, que ha sido condenado a 18 meses de cárcel y 4.000 dólares de multa por descargar y transmitir pornografía infantil en Internet. El juez que le ha impuesto la sentencia, Alexander Williams, tan sólo consideró como atenuante que el periodista entrara en páginas de pornografía infantil con intención de hacer un reportaje.

Si no llega a ser por el hecho de que alegó haber actuado en el ejercicio de su profesión, Larry Matthews podría haber sido condenado a 30 años de prisión y 500.000 dólares de multa, según declaró el juez del caso. "Creo que el señor Matthews ha cruzado la línea y creo que lo que ha hecho es inmoral", añadió. El periodista condenado no tenía contratado el trabajo que investigaba con ningún medio, si bien él mismo ha indicado que mantuvo contactos con la revista Esquire, aunque éstos no se llegaron a concretar.

De hecho, el juez del caso ha apuntado su extrañeza porque después de cerca de dos años de investigación periodística, Matthews no haya aportado apuntes u otro tipo de material escrito sobre sus pesquisas. El periodista ha indicado que andaba a la caza de una gran exclusiva, pero ha reconocido que quizá se pasó demasiado tiempo indagando.

Matthews, de 55 años y padre de cuatro hijos, es el primer periodista juzgado y condenado en EE UU por acceder a pornografía infantil en Internet. En el pasado, otros informadores han sido condenados por comprar drogas en el transcurso de un reportaje sobre el tráfico de estupefacientes.

El Comité para la Libertad de Prensa y otras organizaciones periodísticas y de derechos civiles protestaron ayer por la condena del reportero de Maryland. "Envía un siniestro mensaje a todos aquellos periodistas de investigación que violen alguna norma en su intento de conseguir una historia", dijo Jane Kirtley, directora del comité.

Profesional de intachable reputación desde hace 30 años, con experiencia como editor de National Public Radio -la radio nacional de Estados Unidos-, Matthews ya había explorado el mundo de la pornografía infantil a través de la red cuando en 1995 realizó una serie de reportajes para la emisora de radio WTOP de Washington. Años después decidió profundizar de nuevo en el asunto.

Durante su trabajo, Matthews contactó en varias ocasiones con menores a través de los foros de discusión electrónicos (chats). En uno de ellos, para su sorpresa, el periodista comprobó que su correo no eran menores, sino agentes federales.

En su defensa, el veterano reportero invocó, sin éxito, la Primera Enmienda de la Constitución norteamericana, que sacraliza las libertades de expresión y prensa. Pero el juez aplicó la ley, que considera pederastia el mero acceso a las páginas de Internet donde se exhibe pornografía con menores.

Un caso como en el que se ha visto involucrado Matthews no sería delito en España. La difusión y posesión de pornografía infantil no está penalizada, aunque sí su producción y su visión por parte de menores.

Hace tres años se planteó la cuestión cuando fueron detenidos dos estudiantes de la ciudad catalana de Vic por traficar con pornografía infantil desde Internet, y se organizó un pequeño escándalo al descubrirse la levedad del castigo previsto.

El Código Penal español va a cambiar precisamente en estos aspectos. El Partido Popular ha promovido una reforma que castiga los delitos contra la libertad sexual, en la cual se prevén penas de prisión de uno a tres años para los que produzcan, vendan o distribuyan "por cualquier medio" material pornográfico en cuya elaboración hayan sido utilizados menores de edad.

A efectos de esta reforma -aprobada por el Congreso y pendiente de trámite en el Senado- se considera menores de edad a los de menos de 13 años.

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