Condenado un médico del SVS que violó a una paciente retrasada mental
La Audiencia de Valencia ha condenado a seis años de prisión a José Octavio T. B., un médico del Servei Valencià de Salut (SVS) que agredió sexualmente a una de sus pacientes, una joven de 22 años que padece un importante retraso mental. El tribunal cree probado que el condenado se valió "del carácter público de su cargo" -especialista en medicina general en el centro de salud de Massamagrell- para violar a la víctima, a la que convenció con su "insistencia" para que le acompañara fuera del ambulatorio.
El tribunal acepta que el relato de la víctima, las pruebas científicas y el dictamen de los forenses no dejan lugar a dudas sobre lo sucedido: el médico, de 52 años, violó a la joven tras convencerla de que fuera con él desde el ambulatorio de Massamagrell a un solitario campo de naranjos de El Puig, otra localidad de L"Horta. Así lo indican el relato de la víctima -que padece "un retraso mental moderado", según el fallo-; el informe del Instituto Nacional de Toxicología -que subraya la existencia de sangre perteneciente al condenado en la vagina de la joven-y el testimonio de los médicos que examinaron a la paciente, que constataron que la mujer sufría un desgarro vaginal. José Octavio T. B., sin embargo, negó durante el juicio que hubiera abusado de la chica, una paciente con la que había trabado una especial confianza por sus múltiples visitas: visitaba su consulta frecuentemente para pedir las recetas médicas que su madre le requería. Relato inverosímil "Según el facultativo, éste le pidió a la joven que le acompañara a dar una vuelta", cosa a lo que la víctima accedió. Después, según el galeno, ésta empezó a tocarle los genitales y posteriormente a masturbarle. Eso fue todo, y él accedió porque se situó "en el papel de una niña que no había conocido el sexo, que quería ver la curiosidad del miembro viril...". Los jueces no aceptaron esa "particular e inverosimil versión de los hechos". Muy al contrario: consideran probado que el funcionario se "aprovechó de su condición de médico del centro de salud (...) para perpetrar el delito con mayor facilidad", lo que le valió para violar a la joven, pese a la oposición de ésta y en unas circunstancias especialmente "desafortunadas y lamentables". La sentencia inhabilita al médico para ejercer su profesión durante un tiempo igual a su condena, seis años, al tiempo que le obliga a indemnizar a la víctima con dos millones de pesetas. La Generalitat, como responsable civil subsidiaria, respondería del pago en última instancia. La agresión sexual tuvo lugar en septiembre de 1995, hace ya tres años y medio.
