Una tasa anual por el uso de las autopistas y autovías
Las autopistas y autovías necesitan mantenimiento y éste tiene un precio. El proyecto presentado ayer por los socialistas contempla una tasa anual que permita cubrir este gasto, cuyo importe global es de difícil cuantificación. El importe de la tasa debería permitir cubrir el coste del mantenimiento sin afectar a los presupuestos generales del Estado, supuesto éste que late a lo largo de todo el estudio realizado por Germà Bel. La tasa se aplica ya en algunos países europeos, el más conocido de ellos es Suiza, donde los coches llevan una viñeta en el parabrisas que les da derecho a circular por las vías de alta capacidad. Esta tasa no es obligatoria, salvo para los extranjeros. Su coste aproximado es de 5.000 pesetas por año para los turismo, más caro para vehículos pesados. El parque automovilístico español es de unos 20 millones de vehículos que, a un precio mínimo de 5.000 pesetas, permitirían disponer de 100.000 millones para mantenimiento. A ello habría que añadir otros 50.000 millones procedentes de los 10 millones de vehículos extranjeros que anualmente entran en España. La cifra, estima Bel, es superior a lo que actualmente invierte en mantenimiento de carreteras el Ministerio de Fomento. Bel sugiere que, para el Estado, el cobro podría resultar muy barato si se lograra un acuerdo con los ayuntamientos para percibir la tasa conjuntamente con el impuesto sobre vehículos que ya cobran los municipios. Con esto, estima el PSC, se acabaría una historia que empezó en 1967 con un programa de autopistas nacionales españolas que tuvo que ser ampliado porque, en aquellos momentos, todos querían una autopista aunque fuera de peaje. El plan preveía la construcción de 6.430 kilómetros de vías por este sistema. Apenas hace unos meses se superaron los 2.000 kilómetros, con no pocos costes para el erario público.
