160 personalidades piden que la alternativa a Pujol refuerce el contenido de izquierdas

160 personalidades, en su mayoría afines a Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V), han suscrito un manifiesto, que se presentó ayer, en el que consideran que el cambio político en Cataluña "sólo será posible si se impulsan políticas de izquierdas". El documento trata de implicar a los sectores de izquierda en la construcción de una alternativa a Jordi Pujol y evitar que el centrismo que busca el candidato socialista, Pasqual Maragall, eclipse las señas de identidad progresistas. Los promotores del texto evitan toda referencia a partidos concretos para aumentar el número de firmantes.

En septiembre, sectores próximos a Iniciativa impulsaron el documento Una entesa unitària per una nova majoria, que fue suscrito por unos 70 intelectuales, escritores, artistas y personas vinculadas al mundo de la cultura, y que ponía el acento en la necesidad de la unidad de la izquierda. Ayer, el editor Xavier Folch, el sindicalista José Luis López Bulla y la periodista Montserrat Minobis presentaron el nuevo documento, Una esquerra per al canvi, que ha logrado casi un centenar más de adhesiones y que propone dotar de un contenido netamente de izquierdas a la alternativa. De un documento al otro hay cambios fundamentales en el contexto. En septiembre, los promotores trabajaban con la hipótesis de que las elecciones autonómicas se adelantarían a la primavera de 1999, con lo que su prioridad era alentar la unidad de la izquierda ante unos comicios que se preveían inminentes. De hecho, antes de finalizar 1998, la dirección del Partit dels Socialistes (PSC) y de IC-V ya coincidieron en marcarse como objetivo la articulación de una plataforma electoral que vaya más allá de las siglas respectivas. No obstante, el anuncio de que las autonómicas serán finalmente en otoño aplazaron la articulación de una candidatura conjunta; ahora, tanto el PSC como IC-V siguen sus respectivos procesos de elección de candidatos, aunque sin perder de vista el objetivo último de la confluencia electoral. La misma presentación del manifiesto de ayer lo refleja: lo presentó Xavier Folch, que se considera "compañero de viaje de IC", pero que a la vez ejerce de portavoz de las plataformas que, bajo el nombre de Ciutadans pel canvi, impulsan Pasqual Maragall y el PSC. Asumido aparentemente el objetivo de la unidad de la izquierda, aunque siga descolgada Esquerra Republicana (ERC), los promotores del manifiesto ponen ahora el acento en los contenidos programáticos que, en su opinión, debe tener la alternativa a Pujol. Además de los primeros firmantes -como Manuel Vázquez Montalbán, Ramon Folch, José Luis López Bulla, Borja de Riquer, Josep Fontana, Pere Portabella y Oriol Bohigas-, se han adherido al nuevo texto, entre otros, el historiador Pere Anguera, el filólogo Antoni Badia Margarit, el urbanista Jordi Borja, el catedrático Marc Carrillo, el editor Joan Grijalbo y el periodista Jaume Guillamet. Entre los firmantes se halla también una nutrida representación de militantes y cargos institucionales de IC-V. López Bulla admitió ayer que el texto final había omitido deliberadamente cualquier referencia partidista para sumar el mayor número posible de apoyos. El manifiesto propone tres puntos básicos sobre el que en opinión de los firmantes debe cimentarse el proceso de cambio en Cataluña: en primer lugar, la adopción de un "catalanismo popular" que sirva para hacer "una confrontación crítica entre las diversas concepciones nacionales, huyendo de la trampa que el debate sobre el autogobierno sirva para tapar el contraste de opciones político-sociales". Como segundo punto, el manifiesto cita la necesidad de "concretar objetivos de alternativa de Gobierno desde la perspectiva de izquierdas" y pide "políticas públicas alternativas de izquierdas". Finalmente, propone la práctica del "radicalismo democrático y la participación ciudadana". El manifiesto concluye que "la fuerza electoral de la izquierda garantizará que el cambio no se reduzca a un cambio de nombres o de siglas".