_
_
_
_
_
Entrevista:

PEDRO MARTUL ENDROCRINÓLOGO "Los síntomas de la diabetes en niños suelen ser explosivos"

La diabetes en niños y adolescentes fue la cuestión analizada por más de un centenar de especialistas, reunidos en Bilbao el viernes. El gallego Pedro Martul, endocrinólogo del hospital de Cruces y organizador de la jornada, asegura que los tratamientos para esta enfermedad crónica han avanzado bien poco en las últimas décadas. Pregunta. ¿Qué diferencia la diabetes en niños respecto a los adultos? Respuesta. La diferencia fundamental es que su cuidado depende de sus padres o tutores y, a medida que crecen, de ellos mismos. Lo cual implica que hay que informales progresivamente y además buscando su participación para que se conviertan en adultos que sepan controlarse de manera adecuada. Además, la vida de los niños no tiene nada de rutina. Un día, el niño juega durante media hora y otro, no juega. Desde el punto de vista de la diabetes, eso significa muchísimo, porque con la misma cantidad de insulina y la misma alimentación, un día la insulina puede ser demasiada y tener un descenso grave del azúcar en la sangre y otro día resulta que ha sido escasa, porque no se ha movido nada. P. ¿Ha aumentado la incidencia en los últimos años? R. Existen dos tipos de diabetes la 2, llamada del adulto, los que en principio no necesitan pincharse, y 1, la de niño, los insulinodependientes. Todos los niños siempre se tienen que inyectar, porque su páncreas deja de producir insulina y por boca no sirve. P. ¿Cuál es la incidencia de la diabetes a esas edades? R. Los registros que yo tengo son de Vizcaya, que se hacen con la colaboración de los pediatras y la asociación vizcaína de diabéticos. A lo largo de los 21 años que llevamos haciéndolo, ha ido aumentado la incidencia, si no recuerdo mal, de 5,2 a 12,4 casos por 100.000 menores de 14 años. Ocurre en todo el mundo. P. ¿Se manifiestan los síntomas de diferente manera en los menores? R. Habitualmente en un niño suelen ser explosivos. En cambio, en los adultos suelen ir apareciendo subrepticiamente. Los menores normalmente empiezan a beber y orinar mucho y suelen perder peso a pesar de tener mucho apetito, y suelen tener cansancio. P. ¿Socialmente, cómo lo llevan los chavales? R. Tratamos de decirles que no tienen que ocultárselo a nadie, pero tampoco presumir ante los amigos y que pincharse no es un juego. P. ¿Cómo han evolucionado los tratamientos? R. Seguimos con lo mismo que hace décadas: la dieta, el ejercicio y la insulina. Sí es cierto que gracias a las detecciones rápidas de azúcar en sangre, la insulina es más efectiva. Una serie de cosas que parecía que iban a ser maravillosas, como las bombas implantables con insulina, nada. Una de las posibilidades futura es el trasplante de páncreas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_