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La Comunidad Valenciana tiene que importar el 37% de la energía eléctrica que consume

Un año más, el balance entre la producción de energía eléctrica y su consumo ha puesto de manifiesto la enorme dependencia que tiene la Comunidad Valenciana de la central nuclear de Cofrentes. Así, según informó ayer Iberdrola, la empresa eléctrica propietaria del reactor, éste generó el año pasado 8.473 millones de kilovatios hora, más del 80% de la electricidad producida en el territorio. Producción que no logró paliar el enorme déficit energético (un 37% del consumo total) de la Comunidad, que en 1998 gastó más de 16.792 millones de kilovatios. Sin posibilidades de aumentar la producción hidroeléctrica o de instalar otra central, la solución pasa por potenciar las energías alternativas.

Los responsables de la Central Nuclear de Cofrentes se explayaron ayer al dar todo tipo de datos sobre la importancia del reactor (que hace dos años llegó a producir el 91% de la energía valenciana) en el balance de la Comunidad. Así, la central cubrió en 1998 el 50% de las necesidades valencianas, es decir, la energía suficiente para satisfacer íntegramente la demanda de toda la provincia de Valencia. Los 8.473 millones de kilovatios hora generados suponen el segundo mejor registro en los 14 años de vida de la central, después de 1995 (con 8.484). Una cifra que supone además un 4,3% de toda la producción eléctrica nacional. Sin embargo, las necesidades de la Comunidad siguen creciendo. Así, el consumo energético total (no sólo electricidad) pasó de 5,2 millones de unidades TEP (toneladas equivalentes de petroleo) en 1985 a los 7,6 millones de 1995. Y según un reciente estudio publicado por la Fundació Bancaixa, el grado de autoabastecimiento energético de la Comunidad Valenciana se ha mantenido en esa misma década en torno al 2%, ya que el territorio apenas dispone de los recursos que más se consumen: petróleo, carbón o gas natural. Con el agravante de que la inmensa mayoría de la energía gastada por los valencianos no es de carácter renovable (como sí son la eólica, la solar o la hidroeléctrica). Centrado el tema en la energía eléctrica, el panorama mejora sustancialmente, puesto que las centrales valencianas logran producir hasta el 63% de la electricidad consumida. Pero este dato revela que también en el sector eléctrico la Comunidad se muestra como deficitaria y medioambientalmente insostenible, en cuanto que es incapaz de generar los recursos que consume. Un punto que ha reconocido la empresa Iberdrola, que distribuye la electricidad en toda la Comunidad. La solución, según explicó Jesús Cruz, portavoz de la eléctrica, estriba en "diversificar" las fuentes energéticas. Así, habló de la posibilidad de potenciar, con una sustancial reducción de la contaminación atmosférica, la central térmica de Castellón. Y dijo que, en ese sentido, se está apostando últimamente por la construcción de parques eólicos. En concreto, mencionó el proyecto que está acometiendo en el Valle de Ayora una filial de Iberdrola. Pese a todo, los esfuerzos públicos y privados tendrían que multiplicarse enormemente para que la Comunidad fuera autosuficiente y medioambientalmente sostenible.

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