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Alumnos de la Complutense denuncian las amenazas de grupos "ultras"

"Pasamos miedo en la facultad". La confesión proviene de uno de los integrantes de la Unión de Estudiantes Progresistas (UEP), una asociación de alumnos que, supuestamente, está sufriendo todo tipo de amenazas y extorsiones por parte de los integrantes de Tornasol y Teoría y Praxis, dos colectivos de extrema derecha que disponen de oficina en la Facultad de Derecho de la Complutense.

Los problemas con estos colectivos ultras, según denuncian los estudiantes de la UEP, no son nuevos, pero se han agravado a lo largo de las últimas semanas. Tanto, que la unión de alumnos progresistas se ha sentido en la necesidad de presentar 25 escritos en el registro de la facultad en los que denuncian con todo detalle el contenido de las amenazas que han sufrido. Los problemas con la facción más ultraderechista que se ha enquistado en Derecho comenzaron a fraguarse la pasada primavera, cuando un grupo de universitarios de izquierdas sufrió golpes y empujones cuando se encontraba colocando carteles contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet. Desde entonces, según el testimonio de los alumnos progresistas, las cosas han ido de mal en peor. "No sólo nos han quemado la puerta del local y nos han llenado la cerradura de chicle en tres ocasiones. A diario hay miradas desafiantes. Se mofan de nosotros, y ésta es una bola de nieve que sigue engordando sin parar", relató el viernes uno de los afectados.

Esta semana, la escalada de tensión se ha traducido, según denuncian, en amenazas de muerte a cuatro integrantes de la plataforma progresista. Antes, junto a la puerta de UEP aparecieron pintadas como "El que juega con fuego se quema" (haciendo mofa del incendio habido el mes de diciembre) o frases obscenas dedicadas a una estudiante en concreto.

Local y subvención

Teoría y Praxis y Tornasol figuran en el registro de asociaciones de la Universidad Complutense como entidades de finalidad cultural, con una subvención anual de 25.000 pesetas y la cesión gratuita de un local para organizar sus actividades (la mayoría de las veces se trata de actos de adhesión al partido del ultra Ricardo Sáenz de Ynestrillas). Los alumnos de izquierdas se han entrevistado esta semana con el vicedecano de investigación de la facultad, Raúl Canosa, en demanda de un mayor apoyo y protección ante los excesos que, según sus testimonios, cometen a diario los alumnos ultras. Las víctimas de estas coacciones se han quejado ante las autoridades académicas de su, hasta ahora, "nula" atención a este problema. Uno de ellos resumió así la situación: "Nos sentimos bastante indefensos. Nos gustaría disfrutar de tranquilidad en la facultad, pero sólo encontramos congojo. Y los responsables de la universidad no se dan cuenta de que no hay tanta distancia entre una cascada de amenazas y un navajazo".

Sin embargo, las autoridades de la Complutense entienden que no pueden hacer gran cosa para controlar esta situación. Un portavoz recordó que las asociaciones cuestionadas "son, en teoría, apolíticas y con fines culturales".

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