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Los taxistas se enzarzan en una disputa corporativa tras el entierro de su compañero

F. Javier Barroso

El entierro de Rafael Martínez Bernabéu, el taxista de 52 años asesinado en la madrugada del sábado de un tiro en la cabeza, terminó ayer con la bronca de un centenar de conductores al presidente de la Asociación Gremial del Taxi, Eladio Núñez, al que culparon de la muerte de su compañero por no defender bien los intereses del sector. Núñez tuvo que abandonar el cementerio de Alcorcón escoltado por la policía y dentro del coche oficial del delegado del Gobierno. La Guardia Civil reveló que el asesino del taxista le robó unas 21.000 pesetas que llevaba en el bolsillo de la camisa.

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Más de 1.000 personas acudieron al cementerio de Alcorcón para dar el último adiós a su compañero. Los taxis llevaban lazos negros atados a las antenas y carteles en los que anunciaban el paro de 12 horas que cumplieron ayer. La viuda de Rafael Martínez y sus dos hijos se marcharon antes de que terminara el sepelio, debido al mareo que sufrió la mujer. Algunos de los taxistas congregados en el cementerio comenzaron a increpar a los representantes de las tres asociaciones del sector y a las autoridades presentes en el sepelio. "¿Para cuándo el próximo muerto por la inseguridad del taxi?", gritaban los conductores. Los familiares del fallecido pidieron respeto a los que peleaban sólo unos minutos después de acabado el entierro.

La protesta se dirigió pronto hacia el presidente de la Asociación Gremial del Taxi, Eladio Núñez. Los congregados le acusaron de no defender los intereses del sector. En los 20 años que lleva en la presidencia no había conseguido condiciones de seguridad para el taxi, según los taxistas que se rebelaron dentro del cementerio. Los insultos subieron rápido de tono: "¡Asesino, cobarde, sinvergüenza, golfo!".

La mediación del deleagado

Eladio Núñez se dirigió, junto con el delegado del Gobierno en Madrid, Pedro Núñez Morgades, a un lateral del tanatorio de Alcorcón, en espera de que los manifestantes dejaran de increparle. Pero fue inútil. El delegado intentó aplacar los ánimos de los manifestantes. Le replicaron que eran demasiadas las muertes que ha sufrido el sector y le pidieron participar en la recién creada comisión de seguridad del taxi. Afirmaron que el presidente de la Gremial no les representaba de forma eficaz y que no sabía los verdaderos problemas del sector. Los manifestantes rodearon a Eladio Núñez, que optó por el silencio. Los taxistas cabreados no pararon de exigirle que abandonara la presidencia de la gremial.

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El delegado del Gobierno tuvo que acompañar a Eladio Núñez y meterle en su coche oficial para evitar males mayores. Una furgoneta de la Policía Nacional le escoltó hasta abandonar el cementerio de Alcorcón.

Los taxistas han convocado para el próximo jueves una manifestación frente a la sede de la Asociación Gremial del Taxi, en la calle de Santa Engracia. No descartan más movilizaciones si no logran más seguridad para el sector.

El delegado del Gobierno explicó ayer que las primeras investigaciones sobre el asesinato ocurrido en Paracuellos del Jarama han revelado que el supuesto autor del disparo que reventó la cabeza de Rafael Martínez Bernabéu le robó unas 21.000 pesetas (la recaudación de la jornada) que llevaba la víctima en la camisa. "El homicida abre la puerta delantera derecha y coge, ya con la víctima herida, el dinero que llevaba en la camisa. Creemos, además, que se trata de una persona joven y que salió corriendo, por las pisadas que se ven en la tierra que había junto al coche", señaló ayer el delegado del Gobierno.

Las primeras hipótesis apuntan que el autor del disparo se vio sorprendido por los ladridos de los perros del centro de formación del Inem de Paracuellos del Jarama, junto al que estaba aparcado el taxi. Esta circunstancia hizo que el criminal actuara de forma precipitada, según señaló el teniente coronel de la Guardia Civil Tomás Navarro. "Hay un cúmulo de hechos que demuestran que el autor se encuentra sorprendido, quiza por la misma trascendencia de lo sucedido o quizá porque no lo ha previsto", comentó Navarro. Varios taxistas hicieron ayer de madrugada, junto con agentes de la Guardia Civil, el recorrido desde Paracuellos a Madrid, para saber en qué punto puedo coger la víctima a su verdugo. Las pesquisas apuntan que, por las 2.700 pesetas que marcaba el taxímetro, la carrera debió de iniciarse en las proximidades de la calle de María de Molina o del puente de Ventas.

"La investigación acaba de comenzar. Esperamos la colaboración de sus compañeros para que nos aporten cualquier dato, por pequeño que pueda resultar", explicó Núñez Morgades.

La Guardia Civil distribuyó el sábado la fotografía de Rafael Martínez Bernabéu y puso el teléfono 91 803 72 22 a disposición de las personas que puedan aportar algún detalle del homicidio.

Núñez Morgades transmitió ayer el pésame de los reyes de España a los familiares de Rafael Martínez Bernabéu. Los monarcas preguntaron por el curso de las investigaciones al delegado del Gobierno antes de partir en visita oficial a Suráfrica y Namibia. La familia del fallecido agradeció el interés de los Reyes.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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