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Acreedores y deudores

La negociación de la Agenda 2000 tiene como telón de fondo que los países que aportan más dinero a la Unión Europea del que de ella obtienen quieren pagar menos y los beneficiarios pretenden seguir siéndolo. Grecia, Irlanda, Portugal y España, los cuatro países de la cohesión, pero también Dinamarca y Finlandia, tienen un saldo positivo con la UE, reciben más de lo que aportan a las arcas comunitarias. En cantidades absolutas, España ocupa el lugar de cabeza de los receptores netos, pero no así en porcentaje de su PIB. Con esta corrección, España recibe de la UE el 1,3% de su PIB, mientras que Grecia percibe un 4%; Portugal, algo más del 3%, e Irlanda, pese a aproximarse bastante el 90% de la renta comunitaria, logra una inyección del 4,5%.

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El principal acreedor, en términos absolutos y por su peso en el presupuesto comunitario, es Alemania, país que aúna este semestre la presidencia de la UE y el liderazgo en las pretensiones de ajustar el presupuesto comunitario para hacer hueco a los gastos de las futuras incorporaciones a la Unión. Pero, junto a Alemania, también pagan bastante más de lo que reciben Holanda, Suecia, Austria, Reino Unido -pese al cheque británico- e Italia.

Francia paga algo más de lo que recibe, pero su factura es mucho menor a la que soporta, por ejemplo, un recién llegado como Suecia. La diferencia está en la política agrícola común, otro caballo de batalla de la negociación que se avecina los próximos meses. No en vano, el primer ministro francés, Lionel Jospin, aseguró el jueves en Madrid que su país espera alguna "transacción" para alcanzar el acuerdo.

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