EL SABOR DEL TEQUILA
Un popular programa de la televisión danesa que tiene como objetivo principal colocar a los entrevistados en situaciones inesperadas y difíciles se trasladó al Folkelinget (Parlamento) danés en busca de algún candidato para representar una escena habitual en algunos ambientes nocturnos de Copenhague. A primera vista, se trata de beberse una copa de tequila, que, como es sabido, exige como complemento sal y limón. A segunda vista, el asunto se complica, porque la variante usada es que la sal está depositada sobre los senos de una dama ligera de ropas, normalmente una habitué de la vida nocturna, y la tajada de limón, en su boca. El arte consiste en lamer la sal de entre los senos de la mujer, beber el tequila y seguidamente chupar el jugo del trozo de limón de la boca de aquélla. El diputado socialdemócrata Peder Sass fue sorprendido en uno de los pasillos del Folketingen y convencido de participar en el "juego". La indiscreción de las cámaras registró el momento en que Sass estaba dedicado a recoger la sal con su lengua del atractivo lugar en que estaba depositada. El talman (presidente) del Folketingen, Ivar Hansen, tras señalar que el Parlamento pertenece al pueblo y está democráticamente abierto a éste, dijo que esta libertad tiene sus límites.-
