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Entrevista:

DIEGUITO "EL CIGALA" CANTAOR "En el flamenco, la bulería es la prueba del algodón"

Sobrino de Rafael Farina y uno de los principales herederos, según la crítica, de Camarón de la Isla, Dieguito El Cigala abrió el pasado sábado, acompañado del guitarrista Niño Josele, el ciclo Flamenco Siglo XXI en el teatro Federico García Lorca de Vitoria. La víspera llenó la sala polivalente del Teatro Barakaldo, en lo que fue una discutida actuación, de la que este joven cantaor de 30 años tuvo que salir escoltado por la Ertzaintza ante el acoso de un grupo de mujeres. Pregunta. ¿Cómo le ha recibido el público del norte, en principio tan alejado del flamenco? Respuesta. Pues si quiere que le diga la verdad, ayer [por el viernes] en Barakaldo me encontré mal por el fanatismo de cierto sector del público. Por poco me tiran dos mujeres al suelo; luego otra me quiso cortar un mechón de pelo con una tijera de esquilar. Es casi hasta surrealista. La Ertzaintza me tuvo que sacar por la puerta de atrás, y también allí me estaban esperando. Fue excesivo. P. Con los antecedentes familiares que tiene, es de imaginar que comenzaría a muy pronto a cantar. R. Desde muy pequeño, ya con nueve años me buscaba la vida, siempre apoyado por mi tío Rafael Farina. P. Sin embargo, la crítica le sitúa como deudor de Camarón de la Isla. R. Todos los cantaores somos sucesores de Camarón. Ahí están el Duquende o el Potito, gente que canta muy bien. Y es que todos nos acordamos de José, porque ha sido una fuente principal del cante, y quien diga que no, miente. Al igual que para la guitarra se acuerdan de Paco de Lucía. P. ¿Y qué herencia hay de Rafael Farina en el estilo de El Cigala? R. Los fandangos. Hay una manera de cantar que tenía él, que si te pones a cantar por ese palo, te sale con su estilo. Se les podría llamar fandangos afarinados. P. A pesar de haber comenzado tan joven, sólo ha grabado un disco. ¿A qué se debe tal escasez en su producción discográfica? R. Todo ha sido porque no he querido. Podría haberle dicho a mi tío: "Tío, quiero que me ayudes a grabar un disco", y no habría tenido ningún problema. Pero claro, hacer un disco que se quede en el olvido, no me interesaba. Hay que grabar cuando se está bien preparado. P. ¿Cuándo regresa Dieguito de nuevo al estudio? R. Estoy preparando ahora el que será mi segundo disco. Será flamenco puro, con Paco de Lucía, Tomatito y Vicente Amigo a las guitarras, palmas y algo de percusión. Ahora estoy buscando canciones. Tengo alguna de Juan Antonio Salazar, que es el número uno para mí, y también de Pepe de Lucía. Y de un gitano de Málaga que se llama Diego, que es prácticamente desconocido, pero que es un gran compositor y un cantante excelente. Yo no lloro con nadie a quien escucho cantar, y sin embargo he llorado con ese hombre. P. ¿En que palo se mueve mejor? R. En la bulería. Como yo digo, la bulería es "la prueba del algodón". Ahí es donde se ve quién es quién en el cante. Puedes dominar los cantes libres, los de ida y vuelta, pero donde se demuestra un cantaor es en el dominio de la bulería. P. ¿Se puede hablar a estas alturas de pureza en el flamenco? R. Sí. Pureza es conservar las raíces de los cantes. Es cierto que lo que hacían los cantaores antiguos ya está hecho. De modo que, aunque se cante de otra manera, siempre ha de ser acordándote de aquellos. P. ¿Pero usted también ha trabajado con músicos de jazz y fusión? R. He cantado con gentes del prestigio de Michel Camilo, Jorge Pardo y Carles Benavent cuando hicimos Flamenco fusión en 1994. Pero vamos, no es lo mío. El salir a cantar con un grupo a mí me da quebraderos de cabeza y más trabajo, porque me tengo que medir. Sin embargo, con sólo una guitarra estás más suelto.

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