DE PUCCINI A SARRIEGI
La soprano guipuzcoana Ainhoa Arteta hizo un paréntesis en sus interpretaciones de La bohème en Nueva York para desplazarse a San Sebastián y recibir el Tambor de Oro, el más prestigioso galardón que entrega el Ayuntamiento a quien no siendo donostiarra se ha significado por difundir la imagen y buen nombre de la ciudad. El alcalde, Odón Elorza, reconoció que la elección de la cantante de Tolosa creó controversia en la corporación, pero aseguró que ella "ha sido y será uno de nuestros mejores fichajes" como propagandista de San Sebastián. Arteta lanzó un grito de guerra antes de acceder por la escalinata al salón de plenos del Ayuntamiento: "¡Ahí va el Ebro, riau!", y desveló que lo hace siempre que sube a un escenario para "aplacar los nervios y contener la emoción". "Yo tengo el don de la voz, no el de la palabra", aclaró con modestia al agradecer la distinción. Por si lo primero no estuviera acreditado suficientemente, Ainhoa regaló a la concurrencia una interpretación de la nada operística Marcha de San Sebastián, del maestro Sarriegi, acompañada de una sección de barriles de la tamborrada y los txistularis municipales. Casi a continuación, con la insignia del Tambor de Oro en la solapa, la soprano voló de San Sebastián a Nueva York: de Sarriegi a Puccini.-