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Un preso degüella a otro con el que compartía celda en Soto del Real

Un interno de la prisión de Soto del Real, Pablo Esteban Bienvenido, degolló en la madrugada de ayer a su compañero de celda con una cuchilla de afeitar. El homicida, de 63 años, sufre un cuadro de esquizofrenia grave y compartía celda desde hace varios meses con su víctima, Jesús Cano, un interno de 53 años al que apenas le quedaban dos meses para salir en libertad.Los sindicatos CC OO y ACAIP denunciaron ayer la situación de "hacinamiento" que padecen los reclusos en esta prisión desde que Soto del Real relevó a Carabanchel como cárcel para preventivos de la Comunidad de Madrid. Ambos sindicatos se preguntan cómo es posible que se obligue a un interno de conducta normal, como era el caso de la víctima, a convivir con otro del que hay constancia oficial de su grave dolencia psíquica. La agresión, que sorprendió a la víctima cuando dormía, se produjo pasada la medianoche del martes. El homicida avisó de su crimen a los funcionarios por el interfono de la celda. Cuando los vigilantes llegaron, Cano yacía en el suelo, con la yugular segada, sobre un charco de sangre. PASA A LA PÁGINA 3

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Una cárcel con problemas

Traslado al hospital

El homicida ingresó en Soto del Real tras disparar a su esposa con una escopeta

Tras el crimen, el homicida fue trasladado a la unidad de psiquiatría del hospital Gregorio Marañón, según informó ayer Instituciones Penitenciarias, a la espera de que los jueces decidan si se le traslada a un centro psiquiátrico penitenciario. En la provincia de Alicante existe uno. Un portavoz de Instituciones Penitenciarias indicó ayer que el hecho de que Pablo Esteban compartiese celda con otro recluso no se debe a que exista hacinamiento en Soto. Explicó que los informes de los psiquiatras recomendaban la necesidad de que hiciese vida normal dentro del presidio, lo que implicaba que debía compartir celda con otro interno.El homicida ingresó en la prisión de Soto el pasado 10 de octubre, tras otra estancia de nueve meses en la cárcel de Guadalajara, por las lesiones causadas entonces a su esposa y otros vecinos con una escopeta, así como y por incendiar su vivienda, según informa José Luis Bravo. Su esposa falleció tres meses después en un hospital debido a las graves heridas que sufrió. Ignacio Andarías, abogado del homicida, explicó ayer, tras conocer el nuevo crimen de su cliente: "Existen tres informes forenses que indican que Pablo sufre bloqueo de pensamiento, que le hace distorsionar la realidad y anula su propia voluntad".

Nada más llegar a Soto, y antes de compartir celda con su víctima, Pablo Esteban estuvo algunos días en la enfermería. Más tarde, el pasado 10 de octubre, pasó a convivir en la misma celda que su víctima.

Esteban había dado muestras claras de su esquizofrenia ante los funcionarios en las últimas semanas. Estaba obsesionado con la idea de que intentaban envenenarle. El fallecido, en cambio, nunca dio problemas a los funcionarios ni a sus compañeros. "Iba a lo suyo y no se metía con nadie", agregan funcionarios que le conocían.

José Ignacio Delgado y Juan Carlos García, repesentantes de los sindicatos ACAIP y CC OO, respectivamente, atribuyen esta desgracia al hacinamiento de presos y falta de personal que existe en Soto.

La prisión cobija en la actualidad a 1.500 internos, cuando sólo dispone de 1.080 celdas. Gran parte de las celdas tienen literas ante la imposibilidad de albergar a todos los reclusos. "Con el personal que disponemos no se puede garantizar la integridad de las personas", lamentan Delgado y García.

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