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España y Grecia confían en salvar los fondos de cohesión en la UE

España y Grecia negaron ayer que exista un conflicto norte-sur en las negociaciones sobre la reforma financiera de la Unión Europea y enviaron un mensaje de apoyo a la Comisión Europea sometida al fuego graneado de los parlamentarios europeos alemanes y holandeses por supuesta negligencia en la administración de los fondos comunitarios.El presidente del Gobierno español, José María Aznar, y el primer ministro griego, Costas Simitis, coincidieron en que es necesaria una Comisión Europea fuerte y con capacidad de iniciativa en los meses cruciales de la negociación sobre la reforma financiera de la UE, y mostraron su total confianza en que los fondos de cohesión y estructurales -la política europea de solidaridad- se mantendrá más allá del año 2000.

En una conferencia de prensa conjunta celebrada en el Palacio de la Moncloa, Aznar y Simitis trazaron la que será, previsiblemente, la línea de defensa de los países con menor renta de la UE. Grecia, España, y también Portugal, contribuyen a los gastos comunes en proporción a su Producto Nacional Bruto (PNB), cosa que no hacen todos los países miembros como, por ejemplo, el Reino Unido.

Falacia interesada

En ese sentido, señalaron que es una falacia interesada afirmar que el obstáculo para la reforma financiera de la UE es la existencia de fondos de cohesión. El primer ministro griego llegó a afirmar que Grecia y España formarán un "frente común", al que se supone que pertenece Portugal. Aznar no quiso ir tan lejos como su homólogo griego, e insistió en que hay que encontrar una fórmula que no atente contra el principio de solidaridad. La identidad de criterios y la visión conjunta de la situación por la que atraviesa la UE les llevó también a ser extremadamente prudentes en el conflicto que padece la Comisión Europea. Ambos procuraron no vincular la polémica entre el Parlamento Europeo y la Comisión con la pugna entre los países contribuyentes netos y los países que se benefician del Fondo de Cohesión. Pero ambos coincidieron en que la Comisión Europea debe ser el órgano garante del cumplimiento de los tratados que amparan la política de cohesión.

La visita de Simitis es la primera que realiza un primer ministro griego a España desde que la democracia fue reinstaurada en ambos países. Grecia es uno de los pocos países de los Quince que no ha entrado en la moneda única. Simitis anunció que su país espera estar en condiciones de solicitar su incorporación al euro en el 2001, un año antes de la entrada en circulación de la moneda común europea.

El primer ministro griego almorzará hoy con los Reyes en el Palacio de la Zarzuela y tiene previsto reunirse con los principales dirigentes del partido socialista, José Borrell, Joaquín Almunia y Felipe González, e Izquierda Unida antes de concluir su visita oficial a España.

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