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UV exige a Ramón-Llin que deje la consejería y a Zaplana que cumpla el acuerdo de gobierno

La cúpula de Unión Valenciana intentó ayer limitar los daños provocados por la baja como militante de la consejera de Agricultura y vicepresidenta de la formación regionalista María Ángeles Ramón-Llin. El presidente de UV, Héctor Villalba, arropado por la guardia pretoriana de su partido, exigió la dimisión como consejera de Ramón-Llin y reclamó al presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, que cumpla con el contenido del acuerdo de gobierno pactado entre regionalistas y populares. El pacto no recoge que la titularidad de la Consejería de Agricultura corresponde a UV, aunque así se acordó tácitamente. Villalba dijo que hoy comunicará a Zaplana la persona que propone su partido en sustitución de Ramón-Llin.

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Los dirigentes de Unión Valenciana reaccionaron ayer con cautela ante la decisión de Ramón-Llin de abandonar la disciplina regionalista pegando el portazo. Héctor Villalba intentó transmitir tres ideas a través de los medios de comunicación: la resolución de la consejera de abandonar UV es una "decisión personal", los sectores a los que se dirige la política agraria y pesquera pueden estar tranquilos porque se mantendrán "los compromisos y la política de UV", y "Zaplana no podría caer en una irresponsabilidad tan grande como no cumplir un acuerdo de gobierno", negándose a sustituir a Ramón-Llin por otra persona propuesta por Unión Valenciana. El consejero de Medio Ambiente, el regionalista José Manuel Castellá, reconoció su sorpresa cuando al acabar la reunión del Gobierno valenciano, a la que asistió a primera hora de la mañana, su correligionaria Ramón-Llin dijo que abandonaba la disciplina de UV. "Zaplana había sido informado antes de la reunión", dijo Castellá, que se enteró antes que el propio Villalba. El presidente de Unión Valenciana reconoció que había recibido una llamada telefónica de la consejera a las 10.40 horas desde el Palau de la Generalitat comunicándole que había dicho en la reunión del Consell que abandonaba la disciplina regionalista. Minutos más tarde, según la explicación de Villalba, llamó Zaplana para decirle que ya sabía que la consejera le había comunicado personalmente su decisión de dejar UV. El dirigente de la formación regionalista indicó que ambos quedaron en reunirse esta tarde, a la vuelta de Zaplana de Madrid, para hablar de la situación generada por la decisión de la consejera de Agricultura. "La reunión [con Zaplana] será para comunicarle la propuesta de Unión Valenciana [sobre la pesona que ha de asumir la responsabilidad de la consejería]", dijo Villalba, que añadió: "La responsabilidad de esta consejería le corresponde a Unión Valenciana". Villalba se negó a descalificar a Ramón-Llin, pese a las críticas que había vertido contra contra Unión Valenciana, y se limitó a señalar que la consejera y vicepresidenta regionalista había participado en todos los órganos de decisión del partido sin manifestar ninguna discrepancia. Igualmente, y pese a reconocer en privado las maniobras del PP para fichar a cargos regionalistas y erosionar la estructura de UV, Villalba negó que los populares tuviesen "nada que ver en la decisión de Ramón-Llin". El presidente de UV, arropado por el consejero de Medio Ambiente, José Manuel Castellá; el candidato al Ayuntamiento de Valencia, Társilo Piles; el portavoz parlamentario, Fermín Artagoitia; y el diputado nacional, José María Chiquillo, explicó que la vacante dejada en la vicepresidencia por Ramón-Llin quedaría sin cubrir hasta después de las elecciones, ya que en ese momento se aplicará la nueva estructura aprobada en los estatutos el pasado mes de noviembre. La dirección de la formación regionalista se reunió ayer para decidir la propuesta que realizará hoy a Zaplana para sustituir a Ramón-Llin al frente de la Consejería de Agricultura, aunque no la comunicará hasta hoy. El anuncio de la consejera cayó ayer como un jarro de agua fría en Unión Valenciana, pese a que la mayoría era consciente de que Ramón-Llin se había convertido en una persona próxima a las tesis del Partido Popular y de Eduardo Zaplana. Villalba, igual que los demás dirigentes regionalistas, negó la posibilidad de que se puedan registrar nuevas bajas en los próximos días, a la vez que intentaba que el desánimo no cundiese en las bases de la formación regionalista. Villalba manifestó: "Esperamos que no haya ningún paralelismo entre la decisión de Fernando Giner [el diputado regionalista que se pasó a las filas del PP en vísperas de los comicios autonómicos de 1995] y la de Ramón-Llin, porque creo que no fue la decisión más beneficiosa para el parlamentario". La posible salida de Ramón-Llin de la consejería no debe llevar aparejada ninguna diáspora de militantes de UV puesto que la consejera designó muy pocos cargos de confianza vinculados al partido en su organigrama. Pero sí ha distribuido generosas subvenciones que han contribuido a asentar el partido.

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