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El voto de Gore en el Senado, decisivo en el "impeachment" a Clinton

El vicepresidente de EEUU, Al Gore, puede tener un voto decisivo en el Senado cuando el proceso de destitución de Bill Clinton llegue, el mes próximo, a esa Cámara. Gore ha dicho que no tratará de influir sobre la decisión de voto de los senadores, y además el juicio como tal en el Senado estará presidido por el presidente del Tribunal Supremo, William Rehnquist.

Sin embargo, en su calidad de presidente de la Cámara Alta, Gore podría ser llamado para deshacer un posible empate en votaciones preliminares. Esto podría suponer, por ejemplo, que el vicepresidente tuviera una capacidad decisiva sobre cuestiones como la admisión de ciertas pruebas en el debate. Gore declaró en una entrevista al diario Los Angeles Times que tal circunstancia podría llegar a producirse, independientemente de su decisión de no hacer campaña en favor de Clinton ahora que el impeachment está a punto de hacer su entrada en el Senado.En ningún caso el voto de Al Gore decidirá si Clinton es destituido o no, porque se requieren dos tercios del Senado para proceder a tal acción. Pero sí hay dudas sobre si Gore podría "desatascar" un posible empate sobre la desestimación del proceso, que sí se aprobaría con una mayoría simple.

Gore sigue haciendo llamamientos a la conciliación, aunque en cualquier caso crecen los indicios de que la etapa "senatorial" del juicio contra Clinton será despachada en breve y estará definida por la moderación y el fin de la crispación que ha definido el proceso hasta ahora. Se desvanece también por momentos la posibilidad de que el Senado vaya a llamar a los testigos del caso, sobre el cual se sabe tal vez más de lo necesario. Pero lo cierto es que éste ha sido un caso en el que todas las expectativas han ido cayendo una tras otra.

Las incertidumbres sobre el papel que desarrollará Gore durante este juicio en el Senado, así como el funcionamiento del debate en general, se deben a que el precedente más cercano data de 1868, cuando el proceso de destitución del presidente Andrew Johnson. Puede que tenga que entrar en juego la normativa interna del Senado, lo cual dará más relevancia al vicepresidente.

Gore se ha movido entre el anonimato y la defensa a ultranza de Clinton durante el caso Lewinsky. Ahora que las encuestas indican un apoyo sin precedentes al presidente, Gore se ha lanzado a la primera línea y va a defenderle hasta el final.

En una entrevista con el reverendo Jesse Jackson que se emitió ayer en la cadena CNN, Al Gore dijo que la "pasión anti-Clinton" que hay en las filas de los republicanos se debe a que el presidente "ha intentado estrechar la división histórica de razas y etnias en este país, elevar el papel de la mujer e introducir otros cambios, como las mejoras para la gente pobre, que han causado intranquilidad a algunos".

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