Kiko se lesiona el tobillo izquierdo y no se recupera del derecho

Lo de Kiko es una tragedia adornada con gracejo andaluz. Antes se lesionaba los tobillos de uno en uno. Ahora, desde que metió el pie izquierdo en un hoyo, trotando en Jerez durante las navidades -y sin recuperarse totalmente del esguince que sufrío en el ligamento interno del tobillo derecho-, los tiene los dos maltrechos: "Si me lo vieran es impresionante, me esguincé y el tobillo se me puso morado, y se me hinchó el hematoma. Pero yo sé que no es nada, porque ése es el tobillo que siempre me lesiono, me lo he doblado tantas veces... ha sido un susto. El más preocupante es el otro, el derecho".

El delantero espera recuperarse en media semana: "Para el jueves, supongo, si no me veo nada, voy a volver a entrenarme con normalidad". Kiko espera estar frente al Santander el sábado que viene, más de un mes después de que se torciera el tobillo, cuando corría por el césped del Camp Nou. "Yo creo que voy a jugar contra el Racing, pero si no remiten las molestias...", advierte Kiko. Está claro que no está recuperado. Y le pesa: "Lo pagan mis amigos, mi familia, mi novia y los compañeros del club. Me pongo muy borde". El equipo lo echó de menos ante el Zaragoza. En el cuerpo técnico lo reconocen como un punto de referencia único. Él admite su impaciencia: "Estoy hasta los cojones".