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El PSC e IC pliegan velas

La Comisión de Seguridad tuvo ayer sesión doble. La primera porque el consejero Xavier Pomés pidió comparecer para explicar los planes de su departamento. La segunda porque el PSC e IC-Verds habían presentado 16 preguntas sobre la agresión de la que fue objeto el magrebí Driss Zradi en la comisaría de los Mossos de Roses por parte de un agente el 4 de agosto. Pomés, más tenso y duro que en su primera comparecencia, desarboló a los representantes del PSC e IC.Empezó el consejero explicando que el título con el que PSC e IC habían planteado la sesión -Medidas a tomar para evitar actos de violencia injustificada en las actuaciones de los Mossos- era "injusto [porque por una persona pagaba todo el colectivo], reprobable e irresponsable." Airado, añadió: "De medidas a tomar, ninguna, porque ya las tenemos, se han aplicado y se han demostrado eficaces". Y continuó: "[En el caso de Roses] no se dice que quien denunció ante los tribunales el hecho fue el superior de los agentes antes incluso de que el afectado denunciara al juez la agresión y de que fue la oficina de prensa de los Mossos la que dio a conocer el caso a los medios". "Los mecanismos de control interno que funcionaron son ágiles, suficientes y transparentes como se han demostrado". Señaló que el caso le había producido vergüenza e indignación y que era el único de falta de respeto a los derechos humanos registrado en los Mossos. Tras esta contundente argumentación, IC retiró las preguntas y el PSC, tras quejarse del tono usado por el consejero, refundió todas sus preguntas en una sola: "¿Cree que el diseño de los Mossos garantiza que hechos como éste no se volverán a producir?"

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