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Pulso de patronal y sindicatos sobre la flexibilidad de la jornada parcial

La mesa de diálogo para la reforma del contrato a tiempo parcial sigue pendiente del pulso entre la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT para concretar qué grado de flexibilidad se da a la jornada, las horas complementarias y su distribución. En los contactos que las dos partes mantuvieron a lo largo de la jornada de ayer con el Ministerio de Trabajo, los representantes de la Administración intentaron buscar un punto de encuentro, aunque anoche se inclinaban claramente por las tesis de la patronal, lo que puso en serio riesgo el principio de acuerdo. Hoy volverán a reunirse para hacer un nuevo intento de aproximación.

La confederación empresarial no quiere renunciar a la posibilidad de prolongar la jornada inicialmente pactada con el trabajador, a través de horas complementarias y en función de las necesidades de producción.

Fuentes de la patronal manifestaron ayer que "hay que perfilar un contrato atractivo para los empresarios". Y para ello reclaman un modelo flexible que se pueda adaptar a los trabajos de temporada y a los ciclos de consumo estacional que tienen las empresas, sobre todo en el sector servicios.

Los sindicatos, en contraposición, quieren precisar en la ley, o en todo caso en la negociación colectiva, que esa prolongación de jornada tenga unos topes concretos y no dependientes únicamente de la decisión unilateral del empresario o del contrato individual.

Subida de cuotas

También hay una clara discrepancia entre patronal y sindicatos en la discusión sobre los incentivos al empleo estable. La patronal se opone tajantemente a la penalización de los contratos temporales y a la propuesta casi consensuada entre Trabajo y las centrales. En concreto, consiste en subir 0,5 puntos la cotización de los eventuales con carácter general, 1,5 puntos la de los contratos realizados mediante las empresas de trabajo temporal (ETT) y 2 puntos la cuota de los empresarios que abusen del encadenamiento de contratos temporales para un mismo trabajador. Esta última subida es muy difícil de aplicar, según reconoce la propia Administración, y para CEOE supone presumir que se va a cometer fraude de ley.

Paralelamente, la Fundación para la Formación Continua de Empleados (Forcem), que gestionan conjuntamente patronal y sindicatos, hizo pública ayer la convocatoria de ayudas para los planes de formación de 1999. Los beneficiarios potenciales son 11 millones de trabajadores, a los que se destinarán 70.000 millones de pesetas procedentes de las cuotas aportadas por empresarios y trabajadores.

En la convocatoria de 1998, la Forcem ha recibido solicitudes para 5.300 cursos de formación.

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