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El coche "oficial"

Ruiz-Gallardón prestó la sede del Gobierno para la presentación mundial de un automóvil de lujo

La presentación mundial del último modelo de la Fiat, el Alfa Romeo 166, contó con un invitado de excepción: el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, que prestó la sede del Gobierno regional para el acontecimiento publicitario. IU tachó ayer al mandatario madrileño de persona que "confunde la política con la propaganda" y pidió que "se dedique a la pasarela".Frente a la Real Casa de Correos, en plena Puerta del Sol, y cruzado en medio de la acera, la última creación de la casa Fiat (entre 4,5 y 6 millones de pesetas) esperaba bajo una lona su presentación mundial ante la curiosa mirada de unas 500 personas. Los allí congregados, la mayoría de ellos transeúntes y turistas ociosos, se preguntaban unos a otros quién era el afortunado ganador del vehículo que se intuía bajo la funda. Para desilusión de unos y alborozo de otros, los dos mecánicos que escoltaban el vehículo, embutidos en monos rojos, explicaban a los presentes que no se trataba de ningún premio, sino de la presentación de un coche. Añadían que para la ocasión se contaba con la presencia de Ruiz-Gallardón y del presidente de la patronal madrileña, Fernando Fernández Tapias. "Entonces nos quedamos", comentaban dos mujeres, cargadas con las bolsas de la compra, y que estaban más interesadas en ver famosos que en admirar el último modelo de Alfa Romeo.

En primera fila, un turista francés, armado con su cámara de fotos, preguntaba ingenuamente a su compañera si Ruiz-Gallardón era algún representante de Fiat. "No, hombre, no. Es el presidente de nuestra Comunidad", respondió con maliciosa sonrisa.

Mientras esto ocurría en el exterior de la sede del Gobierno, en el interior el presidente de la Comunidad y el consejero delegado de Fiat, Paolo Cantarella, se dirigían a los medios de comunicación. Ruiz-Gallardón destacó la importancia de la firma automovilística italiana para la industria madrileña.

Posteriormente, la comitiva se encaminó hacia el espectante público. Entonces, los mecánicos destaparon el vehículo, ante las caras de admiración de los presentes. Los escasos aplausos, que provenían en su mayoría de la comitiva, se mezclaron con los comentarios jocosos del público. "Me parece que ese coche sólo lo se lo van a poder comprar los que aplauden", aseguraba con sorna un obrero que pasaba por el lugar.

IU asegura que el acto no beneficia a los madrileños. "Mañana, otra empresa radicada en la Comunidad le pedirá al presidente que le preste la sede del Gobierno para anunciar sostenes. Y a ver cómo se lo va a negar", manifestó jocosa una portavoz oficial de la coalición.

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