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El Festival de Titelles explora y potencia todas las posibilidades del género

Jacinto Antón

De los feroces gigantes de Bali a las manos de Teresa Calafell. De las tradicionales marionetas de agua del Vietnam a la modernidad de Robert Wilson. De los títeres belgas que representan la Navidad a los chinos que escenifican un descenso al infierno. De la ternura a los monstruos, de la artesanía a las últimas tecnologías. Este es el amplio espectro que cubre el extraordinario programa del Festival Internacional y de Titelles de Barcelona, presentado ayer.

El festival se desarrollará del 2 de octubre al 15 de noviembre. El universo de la marioneta va mucho más allá del de esas criaturas animadas por hilos o guante que se suele asociar -en una perspectiva muy limitada- con la infancia. Desde hace años el género se ha abierto y se ha interrelacionado con otros campos artísticos hasta encabalgarse en un nuevo territorio que es el del teatro visual, fértil territorio fronterizo donde reina la mezcolanza y la fusión de técnicas y culturas. El festival barcelonés reivindica ese espacio y bajo el lema Escenas del imaginario se consagra a, como enumera su director Joan Baixas, "títeres, máscaras, autómatas y robots, aliens, king-kongs, mutantes, máquinas que piensan, objetos que hablan, híbridos de organismo vivo y máquina, nosferatus, cabezudos, plastilinas animadas, aparecidos, demonios, hombres lobo, mujeres araña, gigantes, fantasmas y sombras". De todo ello hay en un programa verdaderamente excepcional compuesto de espectáculos, exposiciones, proyecciones cinematográficas, creación videográfica, rituales, performances, conferencias, concursos y talleres, amén de otras experiencias de difícil clasificación. Un total de 79 actividades que se desarrollarán en 32 espacios tan diferentes como el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) y las Drassanes, el Malic y el Museu de la Ciència de la Fundació La Caixa, La Cuina y el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), entre otros. Haber conseguido integrar en el festival, económica y creativamente, a tantas y tan variadas instituciones dice mucho del interés de la propuesta y del entusiasmo con que ha sido planteada. Pau Monterde, director del Instituto del Teatre de la Diputación de Barcelona y organizador del festival, recordó ayer cómo éste fue creado como evento bianual hace ahora 25 años con la idea de revitalizar el mundo de las marionetas. "El mundo de los títeres se ha consolidado mucho desde entonces pero aún debería abrirse mucho más, y el festival muestra lo amplias que pueden ser sus manifestaciones con la esperanza de servir de empuje y estímulo para nuevos espectáculos". Monterde señaló que, con el festival, el instituto quiere ejemplificar el espíritu de proyección hacia la ciudad que pretende insuflar a su nueva sede en Montjuïc. Apuntó también que el festival dota a Barcelona "del Festival de Tardor que debería tener y no tiene". Por su parte, Baixas subrayó que ha querido dedicar especialmente el festival al recién fallecido Antonio Saura,con cuya presencia como gran creador de monstruos y máscaras, esperaban contar.

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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