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GENTE

LA VUELTA, AL FIN, FUE EN PRIMERA

Palpó con los dedos "el sueño americano" pero en el intento casi pierde la vida al haber protagonizado una hazaña en la que pocos viven para contarla. Un hondureño que llegó a Miami escondido en el tren de aterrizaje de un avión de la compañía Iberia fue deportado anoche, contento de estar aún vivo pero amargado por volver a su pobreza. Emilio Domínguez, de 23 años, que inició el pasado lunes el viaje de dos horas desde San Pedro Sula (Honduras) a Miami (EE UU) escondido en el tren de aterrizaje de un avión DC-9, regresó a su país en primera clase con una dramática historia que ha contado en el aeropuerto internacional de la citada Miami antes de ser deportado. "Me duele pensar que me han deportado; lo único que hubiera deseado es poder trabajar unos seis meses para poder ayudar a mi madre a que no pierda su casa", dijo Domínguez, originario de la población de Villanueva, en la costa norte de Honduras. El jefe de Iberia en el aeropuerto de Miami, César Alcázar, señaló que había sido un milagro que Domínguez sobreviviera en el hueco del tren de aterrizaje a una altura de 33.000 pies (casi 11.000 metros), donde prácticamente no hay oxígeno y con temperaturas que pueden llegar a 50 grados bajo cero. Antes de Domínguez sólo existía otro precedente. En 1993 el colombiano Juan Carlos Guzmán, entonces de 17 años, llegó a Miami desde Colombia en el tren de aterrizaje de una avión de carga, después de sobrevivir a la falta de oxigeno y a temperaturas de congelamiento en un vuelo de tres horas y media.-

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