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ETA expulsa a Txelis por "intento de escisión"

La dirección de ETA ha expulsado a José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, responsable político de la organización terrorista hasta su detención en Bidart (Francia) en marzo de 1992, por haber alentado en los últimos meses un "intento de escisión" en sus filas. La decisión fue difundida ayer por ETA a través de Euskadi Información, el periódico que ha sustituido a Egin tras su cierre, mediante un comunicado en el que le acusa de una falta grave de indisciplina por haber hecho públicas sus discrepancias en los últimos años. La banda advierte que todas las iniciativas que promueva el exdirigente etarra en el futuro serán "a título personal".La expulsión de Txelis resulta significativa si se tiene en cuenta que éste ha discrepado públicamente de la trayectoria violenta de ETA desde 1993, sin que quienes le sucedieron al frente de la organización terrorista osaran adoptar esta medida. Su giro ideológico, que se produjo poco tiempo después de ser encarcelado en Francia, molestó a sus compañeros, que le llegaron a escribir en 1993: "Tu postura cambiante ha dejado asombrada y dolorida a toda nuestra militancia".

A los pocos meses de ingresar en la cárcel, el ideólogo que diseñó la estrategia de desestabilización actualmente en vigor, consistente en combinar las acciones de la violencia callejera con los atentados selectivos, experimentó una crisis mística que le llevó a su conversión religiosa y, políticamente, le condujo a abjurar de la violencia, que ahora cree perjudicial para los intereses del pueblo vasco.

Desde entonces, Txelis ha expresado sus opiniones por escrito -él redactaba los comunicados cuando dirigía el aparato político- que han ido consiguiendo adeptos entre sus compañeros. Con él se alinearon etarras de gran prestigio en ETA como José Luis Urrusolo Sistiaga, los hermanos Kepa y Rosario Pikabea o Miguel Ángel Gil Cervera.

Txelis ha alentado durante estos años la actitud crítica hacia la lucha armada entre los presos en Francia. Pero el movimiento más delicado de esta trayectoria, por el que ahora le acusa la dirección de ETA de "intento de escisión", fue su actitud tras el asesinato del concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco. Txelis criticó entonces a la actual dirección de ETA, especialmente a su sucesor en el aparato político, Mikel Albizu, Antza, y culpó a sus miembros -entre los que destacan Iñaki Gracia Arregui, Iñaki de Rentería, y José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri- de la profunda crisis en que se encontraba HB, cuya Mesa Nacional fue condenada a varios años de prisión y encarcelada en diciembre de 1997 por colaboración con banda armada.

Tomemos la palabra se titula el texto de Txelis que recorrió las cárceles francesas y también las españolas en busca de firmas que suscribieran los 20 folios fuertemente críticos con la violencia. La trascendencia interna que ha debido tener esta iniciativa, en un momento en que la estrategia oficial del autodenominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) parece caminar a distinto ritmo pero en la misma dirección, puede deducirse de la dureza de la medida adoptada por ETA.

"Quebrar la trayectoria de lucha en común de largos años no agrada a nadie ni es una decisión que se pueda tomar a la ligera", afirma la dirección etarra al comunicar la expulsión de su anterior jefe político.

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