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La presión de los vecinos fuerza a Gil a demoler un edificio ilegal

El alcalde de Marbella, Jesús Gil, ha ordenado la demolición parcial y el precintado de las obras de un conjunto residencial de 130 viviendas que se edificaba, con licencia municipal facilitada por la corporación que él preside, en un bloque de cinco plantas de Guadalmina Baja. Los vecinos habían protestado en numerosas ocasiones porque el edificio inundaba el espacio de las aceras.Pese a que una resolución del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, del pasado mes de febrero, atendió la reclamación ciudadana y ordenó la paralización de la obra, el Ayuntamiento de Marbella se amparó en trámites burocráticos hasta el mes de abril, en el que finalmente aceptó dar traslado a la suspensión. Aun así, en mayo, el Juzgado número 6 de Marbella tuvo que personarse en la obra para ejecutar la paralización.

A pesar de esta orden judicial, y según las denuncias de los vecinos, en el interior del edificio continuaron los trabajos durante todo el verano. La presión vecinal llevó a Gil a visitar el edificio y ordenar el derribo de la fachada exterior de las viviendas. El alcalde precisó que se ocuparon tres metros más de los previstos y que cuando se concedió el permiso "la obra estaba perfectamente alineada con la acera".

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