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El vacuno gallego paga la mitad de los platos rotos

Los platos rotos por la reforma del sector del aceite de oliva los han acabado pagando los productores de vacuno. La última propuesta de compromiso de la presidencia británica aplazaba hasta la negociación de la Agenda 2000 la propuesta de la Comisión Europea de aumentar el número de cabezas de carne de vacuno con derecho a prima para España y Portugal. Eso suponía para la ganadería española, y particularmente la gallega, dejar de recibir durante dos años los 1.050 millones de pesetas anuales que suponían la concesión de 46.228 nuevas primas para España, que dejaba el total en 649.896 cabezas con derecho a prima.El asunto provocó las iras de Portugal, que se negaba en redondo a que sus ganaderos se sacrifiquen en nombre de los aceituneros españoles. Al final hubo una solución intermedia: el acuerdo se retrasa un año, por lo que los ganaderos perderán la prima de un año, pero no la de dos.

También fue dificil el acuerdo sobre la superficie de cereal en barbecho. La Comisión quería que aumentara del 5% actual al 10%. Francia, principal productor, pretendía que se mantenga como está. Insistencia Pero Alemania insistió en que se eleve al 12%, porque teme que sin esa medida el aumento de la producción sea desproporcionado y provoque una caída generalizada de los precios. Eso dificultaría el objetivo final de Alemania: mantener los precios para impedir que Bruselas apruebe su plan de reducirlos un 20% para hacerlos más competitivos con los países terceros. Al final se mantuvo el criterio de la Comisión: 10% Mayor satisfacción produjo a los franceses -al igual que a españoles y portugueses- el acuerdo sobre el plátano. El acuerdo sobre el plátano parece particularmente satisfactorio para Canarias al garantizar un aumento del precio en 5 pesetas respecto a 1997 (hasta las 103 pesetas por kilo), lo que supone un aumento de 2.442 millones de pesetas.

Para 1999 el precio garantizado se sitúa en 106 pesetas por kilo, lo que significa un total de 3.250 millones de pesetas de incremento. Y se abre la posibilidad de revisar al alaza estas garantías si se demuestran insuficientes. En línea contraria no se ha aceptado penalizar con un arancel más alto la entrada de plátano de países terceros, por lo que permanece el arancel cero para el que procede de los países ACP y 75 ecus por tonelada para el resto de países de América Latina.

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