¿Qué pasó anoche?
Esta carta la hemos tenido que escribir en secreto, sin que nadie nos vea y nos oiga, con sentimiento de conspiradores, como auténticos traidores. ¿Qué pasó anoche? Nuestros amigos, compañeros, vecinos y familiares mutaron. Convertidos en zolocotrocos y zambergas tuvieron carta blanca para gritar, tocar bocinas toda la noche, beber, orinar y vomitar. Se tiraron a la calle como locos. Pocas veces tantos estallidos de alegría y emoción sentida inundaron Madrid. Nos morimos de envidia. Pedimos permiso para poder sacar las cacerolas y la botella de anís cuando salgamos del cine o de un concierto, o cuando se case nuestra prima, y berrear toda la noche ¡Aleee Beethooooven, alee mi prima oe, oe, oe! Queremos aparcar donde nos dé la gana, beber y bailar, tirar petardos, pegarnos un chapuzón en la fuente que esté más fresquita, un bañito con Cibeles o un chapuzón con Neptuno, y además, si nos lo pide el cuerpo, llevarnos a Neptuno a casa y ponerlo en la salita. El fútbol nos parece tan respetable y divertido como cualquier otro deporte o afición, y ganar una Copa europea no es moco de pavo, pero que esto sirva de excusa para hacer el cafre nos parece una pena.- .
Archivado En
- Afición deportiva
- Opinión
- Liga Campeones
- Monumentos
- Violencia deportiva
- Patrimonio histórico
- Ayuntamientos
- Real Madrid
- Violencia
- Administración local
- Madrid
- Equipos
- Comunidad de Madrid
- Patrimonio cultural
- España
- Problemas sociales
- Arte
- Sucesos
- Administración pública
- Cultura
- Sociedad
- Champions League
- Fútbol
- Competiciones
- Deportes