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Enric Truñó deja el Ayuntamiento de Barcelona por motivos profesionales

Enric Truñó, el concejal más veterano del Ayuntamiento de Barcelona, presentó ayer su dimisión en el pleno municipal. La familia y proyectos profesionales nuevos fueron los dos motivos que Truñó argumentó a la hora de explicar su renuncia al cargo. Truñó era el único concejal aún en activo de los que constituyeron el primer Ayuntamiento democrático, en 1979. Fuera del pleno y ante los medios de comunicación, el concejal comentó que no se hiciera una lectura de que su renuncia obedeciera a sentirse "molesto".

En la actualidad, Truñó tenía responsabilidades en Turismo y era el concejal que se encargaba de la coordinación del Fòrum Universal de les Cultures Barcelona 2004. Su trayectoria en el consistorio siempre estuvo ligada a Pasqual Maragall y gran parte de su labor en el Ayuntamiento giró en torno a los Juegos Olímpicos de 1992. A partir de las últimas elecciones, Truñó se encargó de Educación y Turismo hasta que en mayo de 1997 dimitió de su responsabilidad en la primera de estas materias. El motivo formal de aquella renuncia fue la intención de dedicarse de lleno a la organización del Fòrum 2004, aunque también pesaron factores como su pérdida de influencia en el área de Educación. Truñó manifestó ayer ante el pleno que había decidido dejar el consistorio por dos motivos: dedicarse más a la familia -está casado y tiene dos hijas que ayer estuvieron en el pleno- y por considerar que sus compromisos con la ciudad ya estaban cumplidos. Se declaró "feliz" por su trayectoria en el Ayuntamiento y comentó que a lo largo de los 19 años que ha permanecido en él ha aprendido mucho. Comentó con ironía que su "última voluntad" como concejal es que la Carta Municipal salga adelante. El anuncio de su dimisión y su parlamento de despedida provocó el aplauso del pleno municipal, algo que, según precisó el alcalde, Joan Clos, no es habitual en el consistorio. Todos los grupos municipales, sin excepción, agradecieron a Truñó su trabajo y dedicación a la ciudad. El alcalde le definió como un "gran señor de Barcelona. Ha sido un concejal valiente en la crítica y en la innovación y con el corazón siempre al lado de la inteligencia", subrayó Clos. Fuera del salón de plenos, Truñó explicó que la idea de presentar la dimisión no era nueva. En este sentido, comentó que ya planteó su renuncia a Pasqual Maragall en los Juegos de Atlanta. Sin embargo, la proposición de que se hiciera cargo de poner en marcha el Fòrum 2004 le "reenganchó", precisó ayer. Truñó, ingeniero químico, comentó que va a aprovechar toda la experiencia adquirida en su trayectoria municipal para llevar a cabo un proyecto propio. El hasta ayer concejal tiene previsto poner en marcha una empresa para gestionar proyectos en el campo del deporte y del turismo en distintas ciudades. Uno de los posibles proyectos en este sentido podría desarrollarlo en Turín. Truñó insistió, a preguntas de la prensa, que en su dimisión no hay que ver ninguna sombra de descontento por el rumbo del Ayuntamiento o de su situación en el equipo municipal. Xavier Muñoz ocupará la vacante dejada por Truñó en el Ayuntamiento. En relación con la responsabilidad de coordinación del Fòrum 2004, fuentes municipales señalaron que el puesto de Truñó no será reemplazado puesto que ya está en proceso de constitución el consorcio que lo regirá. Presupuesto de 1997 En el pleno del Ayuntamiento de ayer se aprobó el plan de bibliotecas de Barcelona, que prevé pasar de las 18 actuales a 40 en los próximos 12 años. También se aprobó la creación del Consejo Municipal del Pueblo Gitano. Por otra parte, la liquidación del presupuesto municipal de 1997 fue criticada por Convergència i Unió y por el Partido Popular. Ambos grupos sostienen que el consistorio empeora las finanzas municipales al incumplir la legislación por no consignar una previsión de tesorería en el presupuesto de 1998 para los cerca de 195.000 millones de pesetas en créditos con carencia superior a los dos años que tiene el municipio. Saliendo al paso de estas críticas, el Ayuntamiento de Barcelona negó ayer haber incurrido en ningún tipo de irregularidad.

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