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El líder de Ultras Sur no podrá acceder a los recintos deportivos durante 3 años

José Luis Ochaíta, el líder de Ultras Sur, la peña radical del Real Madrid, ha sido sancionado con la prohibición de acceder a cualquier recinto deportivo durante tres años. El castigo, al que se añade una multa de cinco millones de pesetas, corresponde a los incidentes que protagonizó Ochaíta en el partido de baloncesto entre el Real Madrid y el Barcelona, disputado el 20 de mayo de 1997 en el Palacio de Deportes y que decidía el título de Liga. Ochaíta fue detenido cuando se aproximaba a la cancha "de forma agresiva e insultante" a la conclusión del encuentro.

La resolución la firmó ayer el secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, al entender que Ochaíta cometió una infracción calificada como de "muy grave", según el artículo 69.3 de la Ley Orgánica sobre protección de la Seguridad ciudadana. En su momento, la Secretaría de Estado para la Seguridad, atendió la propuesta de sanción formulada por la Comisión Nacional contra la Violencia en los Espectáculos Deportivos y tomó la medida provisional de prohibir al líder ultra su acceso a cualquier recinto deportivo mientras no se resolviese su expediente.Entonces, Antiviolencia ya exponían que Ochaíta había vulnerado las normas que regulan este tipo de acontecimientos, "al haberse conducido en la zona próxima al túnel de vestuarios de forma agresiva e insultante, momento en que fue retenido por los policías uniformados en evitación de posibles agresiones a alguno de los jugadores participantes y resistrise fuertemente al ser cacheado, siendo expulsado una vez se comprobó que no portaba ningún objeto prohibido".

La resolución de ayer llega a la conclusión que Ochaíta "provocó con su comportamiento el consiguiente desorden público en el mencionado recinto deportivo". Y considera que su actuación es constitutivo de una infracción administrativa calificada como muy grave. La Secretaría de Estado para la Seguridad, que tiene la competencia administrativa para resolver este procedimiento, resolvió sancionar a Ochaíta con una multa de cinco millones de pesetas y la prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo por un periodo de tres años. Esta resolución agota la vía administrativa del caso.

En mayo de 1997, cuando se produjo el incidente, Antiviolencia había mostrado su indignación por el líder de los Ultras Sur siguiera campando por sus respetos. El enfado lo provocó el hecho de que sobre Ochaíta ya existiera una propuesta para prohibirle el acceso a los recintos deportivos durante dos años que no fue atendida. La Delegación de Gobierno en Madrid, por recomendación de la policía y del presidente del Madrid, decidió no tomar ninguna medida cautelar. Es más, pensaba resolver el asunto (la policía había sorprendido al ultra con un tirachinas con bolas de plomo) con una multa de un millón de pesetas.

El palmarés de Ochaíta es considerable: en 1988 fue detenido al verse involucrado en un apuñalamiento; en 1991 se le incautó un aerosol en el estadio de Riazor; ese mismo año fue detenido con un cuchillo; en 1993 amenazó a un periodista y fue detenido con un estilete y un aerosol tras un Estudiantes-Madrid, razón por la que fue suspendido durante un año. Durante tres años, de los que ya ha cumplido 10 meses, no podrá acceder a los estadios.

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