Fomento sostiene que facturar por segundos abarataría un 25% las llamadas locales

El Gobierno mantiene intensas negociaciones con Telefónica para conseguir que establezca "cuando antes" la facturación por segundos. Según un estudio que maneja el Ministerio de Fomento en estas negociaciones, el nuevo sistema, basado en la duración real de las llamadas, supondrá un ahorro del 25% en las llamadas locales. Para Telefónica, significaría dejar de ingresar, al menos, unos 50.000 millones anuales. Para compensar a la operadora, los negociadores cuentan con una subida en las llamadas locales que fue autorizada por Fomento en marzo de 1997 y se aplicaría al tiempo que se abandonan los pasos. La OCU presentó ayer una queja al Defensor del Pueblo por el uso de este viejo sistema.

La introducción en España de un método general de facturación por tiempo real (o pesetas por segundos) de conversación "permitiría que los precios de las llamadas adquirieran la máxima trasparencia para el usuario y colocaría a nuestro mercado en cabeza de la tendencia universal", señala un informe de la Secretaría General de Comunicaciones. Este informe, sobre el que Fomento quiere hacer un borrador de ley, es el que se ha puesto sobre la mesa en las negociaciones con Telefónica.Por el momento, Retevisión es la única companía en el mercado que cobra a sus clientes por segundos y el Gobierno quiere que el ejemplo cunda entre todos los operadores. Para ello, negocia con Telefónica, Airtel y Telefónica Móviles. El texto definitivo debería aplicarse antes de que termine el primer semestre del año, según fuentes de Fomento. Técnicamente, la sustitución del viejo sistema de pasos o impulso electro-mecánicos por el de tiempo real no ofrece ningún obstáculo. Y, de hecho, el nuevo sistema se emplea ya para facturar llamadas desde teléfonos móviles, aunque las operadoras (Airtel y Telefónica Móviles) computan por minutos enteros, lo que significa que no renuncian al jugoso pastel que reporta el redondeo de tiempo.

Para Telefónica tampoco supone un esfuerzo tecnológico, ya que su red de acceso al usuario final está digitalizada en cerca de un 80% y ese es el requisito básico para el nuevo método. "La adaptación no plantearía problemas técnicos distintos a los de cualquier otra adaptación tarifaría de las que se han venido realizando en épocas anteriores", señala Fomento.

El viejo método de los pasos reporta pingües beneficios anuales a Telefónica y la operadora se resiste al cambio. Sirva como ejemplo que gracias a este sistema, una llamada metropolitana de 179,9 segundos cuesta 11,40 pesetas, pero si dura dos segundos más, 180,1, su coste se eleva un 50% hasta 17,10 pesetas. En las interprovinciales e intemacionales las diferencias en los saltos son menores (véase cuadro).

Por si fuera poco, Telefónica tiene autorizados desde marzo de 1997 por orden ministerial tres acortamientos en la duración de los pasos (en abril, agosto y noviembre), que en la práctica significan una subida del precio de una llamada de duración media (dos minutos y 45 segundos) del 50% a lo largo del periodo. En la negociación, Telefónica se aferra a la orden ministerial que aprueba esos cambios porque aprueba subidas y, en definitiva, perpetúa el sistema de pasos hasta, al menos, noviembre de 1998.

"La cuestión es si Telefónica es capaz de compensar la pérdida de ingresos que supone el nuevo sistema con el tirón de la demanda que va a generar y la ofensiva comercial que podrá lanzar frente a Retevisión", señalan fuentes conocedoras de las negociaciones. Según esas fuentes, el cambio súbito de un sistema a otro provocaría (manteniendo las actuales tarifas y el precio actual por establecimiento de llamada, 5,70 pesetas), una reducción efectiva del 25% en el precio de las llamadas metropolitanas (se hacen unos 15.000 millones al año). Para Telefónica significaría dejar de ingresar entre 49.000 y 50.000 millones, según el informe, que usa cifras de 1996. Fuentes de la operadora reconocen que el cobro por establecimiento de llamada es "irrenunciable". La empresa facturó 1,4 billones en 1996 y el grupo llegó a los dos billones.

Por esa razón y para compensar la importante reducción de ingresos de Telefónica, los negociadores intentan acompasar la introducción del sistema por segundos que quiere Fomento, con la aplicación de la orden ministerial del 18 de marzo de 1997, que autoriza subidas reales en las llamadas locales. En la citada orden, los cambios tarifarios tan sólo se definen "con detalle para las llamadas de ámbito metropolitano, dejando en términos ambiguos la evolución a la baja de las tarifas provinciales, interprovinciales e internacionales", señala el informe.

El objetivo en la negociación es compensar a Telefónica con subidas (el "reequilibrio tarifario" que demanda su presidente). Es decir, renegociar una subida de tarifas locales, pero después de introducir el cambio y poner el contador por segundos. Esa opción satisface incluso al Ministerio de Economía, preocupado por el efecto de las subidas en la inflación.

Quejas de los consumidores

La introducción de la facturación por segundos suscita enormes expectativas entre los abonados. Ayer, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) anunció que ha presentado una queja al Defensor del Pueblo en la que denuncia que Telefónica consigue unos ingresos en 29.880 millones de pesetas con el redondeo en llamadas metropolitanas por el sistema de facturación por pasos.En un comunicado, la organización explica que, según Telefónica, la llamada media metropolitana es de dos minutos y 45 segundos, pero que la compañía redondea a tres minutos. En su denuncia, la OCU añade que esos 15 segundos suponen 0,55 pesetas por cada llamada, es decir, el 8,3%.

Según la OCU, que se basa en un artículo de la sociedad de valores y bolsa Inverban de julio de 1994, "es lógico estimar" que los ingresos de Telefónica por llamadas metropolitanas en 1997 superarían los 360.000 millones, y el 8,3% de esa cantidad son los 30.000 millones de beneficio por redondeo en este tipo de llamadas.