Un hombre muere golpeado por un vagón del metro cuando recogía desde el andén un juguete de su hijo

La estación del metro de Avenida de América se convirtió el miércoles en la tumba de Avelino M. Z., de 37 años. El hombre, según las primeras versiones, murió tras ser golpeado en la cabeza por un convoy del metro. El accidente ocurrió a las 16.43, cuando Avelino M. Z., acompañado por su esposa y sus dos hijos (de cuatro y cinco años), fue a recoger un juguete que se le había caído a uno de sus críos. Al agacharse, su cabeza quedó fuera del borde del andén. En ese instante, un convoy de la línea 6 entró en la estación. El impacto fue brutal.Avelino quedó tendido en el andén con un traumatismo craneoencefálico severo. El servicio de ambulancias municipales acudió inmediatamente al lugar del siniestro.

"Su situación era gravísima, tenía la cabeza destrozada y apenas respiraba", indicaron los facultativos del Samur. El herido, en estado crítico, fue trasladado urgentemente al hospital Clínico, donde falleció a las dos horas. La mujer de la víctima, que había contemplado el choque desde apenas dos metros de distancia y junto a sus hijos, fue presa de una fuerte crisis nerviosa. Dos vigilantes del metro se hicieron cargo de ella y, según fuentes de la compañía, la trasladaron en taxi hasta el hospital Clínico, el mismo en el que había ingresado su marido.

Los dos niños, entretanto, fueron llevados a una cabina de la estación del metro de Avenida de América, hasta que fueron recogidos por un pariente.

Hecho trágico

"Ha sido un hecho trágico y desgraciado. El padre ni siquiera llegó a bajar a la vía a recoger el juguete de su hijo", dijo un portavoz del metro.Tras el accidente, el conductor del convoy que había golpeado a Avelino también sufrió una crisis nerviosa y tuvo que ser atendido por el Samur.

"El hombre estaba destrozado, conmocionado por lo que acababa de ocurrir. Hubo que trasladarle a una clínica de la compañía para darle tratamiento médico", comentó el portavoz del metro. El accidente mortal del miércoles ha sido el único de este cariz registrado en la estación de Avenida de América durante 1997.