Gracias de un barrio a don Joaquín
Después de 30 años, seguimos agradecidos a don Joaquín Ruiz-Giménez. Corría 1967 y cerca de 4.500 ciudadanos se disponían a que les entregaran sus viviendas las inmobiliarias Ralpesa y Promovisa, en Puerto Chico, Cádiz.Eran obreros, empleados, policías, guardias civiles, etcétera. Se encontraron con una subida de precios inesperada de 60.000 pesetas. Era un tercio del valor contratado. Esta elevación de precio la aprobó el Ministerio de la Vivienda sin ninguna justificación.
Los vecinos, indignados, crearon una asociación y decidieron entablar un pleito contra la resolución ministerial. Fue don Joaquín el primer abogado que nos atendió, nos orientó y nos aconsejó, y nos dijo con sinceridad que 61 no podía, no debía, hacerse cargo de nuestra defensa porque el ministro de Gobernación, don Camilo Alonso Vega, no vería con buenos ojos su intervención en el asunto, y esto nos podía perjudicar. No cabía más franqueza por parte de don Joaquín Ruiz-Giménez. Sin embargo, nos recomendó a don Felipe Ruiz de Velasco y de Castro, experto en lo contencioso administrativo, que nos defendió con eficacia. También lo hizo un amigo y paisano del que suscribe, don Antonio Hernández Gil. Con este dúo de expertos, conseguimos que el Tribunal Supremo sentenciara que la subida fuera sólo del 50%, que los vecinos recibieron tras cuatro años de pleito. En total, 150 millones de pesetas (de hace 30 años).
Ciertamente, no abundan mucho las personas como don Joaquín. Le reiteramos nuestro agradecimiento.-
