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ELECCIONES EN GALICIA

CiU, contraria a la reforma de la Ley Electoral para frenar a los nacionalismos

Convergència i Unió (CiU) reaccionó ayer en contra de la tentación de los partidos de ámbito español (PP y PSOE) de reformar la ley electoral para evitar que los partidos nacionalistas tengan presencia en el Parlamento. Una tentación que no es nueva, pero que ha vuelto a la actualidad a consecuencia del ascenso del Bloque Nacionalista Galego (BNG) en las elecciones del pasado domingo. El presidente de Castilla y León, Juan José Lucas (PP), apuntó esa posibilidad nada más conocer los resultados gallegos, aunque ayer tarde telefoneó a Pere Esteve, secretario general de CDC, argumentando que sus palabras habían sido mal interpretadas. Pero la idea la defendió ayer en Barcelona el presidente extremeño Joan Carlos Rodríguez Ibarra (PSOE).

Josep Antoni Duran Lleida, que ayer actuó como portavoz del comité de enlace de la coalición nacionalista catalana, calificó de gravísimo error" emprender ese camino. Para CiU, la lección que deben sacar los partidos de ámbito estatal del ascenso del Bloque es la contraria: "Allí donde hay una conciencia nacional surge una fuerza nacionalista. Este resultado [del Bloque] y la realidad existente en Cataluña y Euskadi, incluso en Canarias, debe servir a las fuerzas españolas para reconocer en todas sus consecuencias el carácter plurinacional de España, y aceptar que en el Estado conviven realidades nacionales y otras que no lo son, y que unas y otras merecen soluciones políticas diferentes", declaró. Los nacionalismos, agregó, no se pueden eliminar "ni por ley ni por decreto".

CiU felicitó al PP y a Manuel Fraga, pero se alegró del éxito del Bloque. "Queremos dejar constancia, además, de nuestra satisfacción por la emergencia de una fuerza nacionalista fuerte, como es el caso del Bloque. Nos alegramos como nacionalistas", agregó.

Jordi Pujol declaró que el resultado gallego demuestra de forma "muy evidente" que "la modernidad va en la línea de que las identidades vayan resurgiendo". Se refirió al triunfo de unos "valores galleguistas" que, según él, han tenido en cuenta tanto el PP como el Bloque. Estas elecciones han favorecido a quienes han sintonizado con la sociedad gallega.

Una operación sin escuchar

Sobre el fracaso del Olivo gallego, Pujol declaró: "Ha sido una operación sin tener en cuenta ni escuchar a la sociedad gallega. A veces hay sectores que se llaman populares y que, a la hora de la verdad, no han entendido los deseos de una población. Lo ha entendido mejor Fraga y el BNG que ellos".CiU no quiere, de todas formas, que el triunfo del PP se le suba a la cabeza a José María Aznar, no sea que a éste se le ocurra la idea de adelantar las elecciones legislativas con el objetivo de alcanzar la mayoría suficiente que no obtuvo en marzo de 1996. "No creemos que el resultado gallego sea extrapolable a la situación española", dijo Duran, para quien sería difícil para el PSOE superar en unas legislativas el cúmulo de errores cometidos en Galicia.

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