Precisiones
Del titular de la noticia que sobre mi persona se publicaba el pasado día 22 se desprende que, a mis años, me he convertido en cuatrero de fotos. Un juez condena a un escritor que usó fotos ajenas para un premio, así anuncia el periódico. Tal titular no es verídico y, aunque no hay error en la información, faltan datos esenciales: los de mi defensa. La sentencia conocida por el redactor de EL PAÍS (que naturalmente se recurrirá) omite la esencia de mis argumentos. Permítame resumírsela para mejor información del lector. En 1993 presento a un premio un reportaje escrito de mi mano sobre el río Tajo, de acuerdo con unas bases que exigen un reportaje "escrito en lengua castellana". El jurado me concede exclusivamente el premio. Ahora el juez de primera instancia me condena a compartir el galardón con la autora de las fotos que acompañaban mi texto y a otras variadas penas. Es decir, modifica no sólo el fallo del jurado, sino las mismas bases del premio, en beneficio de ciertos misteriosos derechos de autor de una fotógrafa cuyas fotos fueron compradas por la revista Geo para publicarlas con mi texto y que nadie presentó al concurso (no hubieran sido admitidas, según las bases). Me da mucha pereza añadir comentarios sobre el estado actual de la justicia en España.-