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Pujol está insatisfecho con el PP, pero dice que no tiene más remedio que apoyarle

Jordi Pujol constató ayer en el Parlamento catalán la insatisfacción que le produce su alianza con el PP, pero afirmó que no tiene otra opción que seguir colaborando con el Gobierno de José María Aznar para defender los intereses de Cataluña. Mientras el presidente catalán respondía así a dos diputados independentistas, el líder de Unió, Josep Antoni Duran, sugería replantear las relaciones entre CiU y el PP.

Los diputados independentistas Jordi Portabella, de Esquerra Republicana de Catalunya, y Benet Tugues, del Partit per la Independencia, se remitieron al abucheo que sufrió Raimon por cantar en catalán en el homenaje a Miguel Ángel Blanco en Las Ventas para preguntar a Pujol "hasta cuándo seguirá apoyando a un Gobierno que le desprecia", y para defender la idea de que "el encaje de Cataluña en España es imposible".Pujol constató su disgusto por aquel suceso, lamentó de nuevo la actitud posterior de Aznar y expresó su insatisfacción con el rumbo de las relaciones CiU-PP. Pero a renglón seguido subrayó que, pese a eso, él no ve más alternativa "realista, viable e inmediata" para desarrollar el autogobierno catalán que seguir colaborando con el Gobierno. "No veo que nadie plantee una vía mejor para defender los intereses de Cataluña" insistió Pujol.

El presidente de la Generaltat señaló que el camino elegido por los nacionalistas es costoso, pero apuntó que no por ello van a renunciar a andarlo. Pujol afirmó que hay sectores de la sociedad española intolerantes y anticatalanes, y recriminó a los grandes partidos que caigan "en la tentación de excitar" dichos sentimientos en aras de eventuales beneficios electorales.

González y Gallardón

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Se congratuló, no obstante, de algunas reacciones contrarias al anticatalanismo, como las protagonizadas recientemente por el ex presidente del Gobierno Felipe González y por el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón (PP), pero constató que estas reacciones son minoritarias. "Admito las limitaciones de la vía del encaje [de Cataluña en España], pero es la más práctica y positiva, de modo que no renunciamos a ella", abundó.

Pujol subrayó los avances del autogobierno catalán conseguidos en los últimos cuatro años a raíz del apoyo que CiU ha prestado sucesivamente a los gobiernos del PSOE, primero, y del PP, después. Y dijo que cuanto más crece la autonomía catalana, "más iras se desencadenan" en el resto de España, premisa a la que se asió para argumentar que a veces hay que felicitarse por ese tipo de reacciones porque su mera existencia "es señal de que Cataluña avanza". "En cambio", apostilló, "cuando estamos arrodillados, todos nos pasan el cepillo por la espalda".

El diputado del PP Josep Curto lamentó, por su parte, la "radicalización" del discurso de Pujol en la Diada y le pidió moderación para "hacer menos agobiante" la colaboración CiU-Partido Popular.

Mientras tanto, el líder de Unió, Josep Antoni Duran, advertía al Partido Popular que Convergència i Unió habrá de replantearse su relación con el Gobierno, porque la actitud de éste confiere a los nacionalistas una imagen "injusta" de reivindicación permanente. Duran declaró a Catalunya Ràdio: "No podemos ir reivindicando y desgastándonos constantemente".

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