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Un obrero muerto y otro herido tras caer de un andamio del hotel Palace

Un nuevo accidente mortal, el undécimo en tan sólo 30 días, sacudió ayer el sector de la construcción. El siniestro, en el que hubo también un herido grave, se registró a las 8.30 en las obras de renovación del hotel Palace, de Madrid, en la calle del Duque de Medinaceli, cuando dos trabajadores se precipitaron al vacío desde el sexto piso -más de 15 metros- al desprenderse el voladizo del andamio que estaban desmontado.El fallecido es Rafael Valentín Navarro, de 24 años, y el herido grave, Alexander Tolete Aquino, filipino, de 35. Ambos cayeron sobre una caseta de chapa galvanizada usada por los trabajadores para cambiarse de ropa y situada a la altura del primer piso. Según los primeros indicios a Tolete la chapa pudo amortiguarle el impacto de la caída, no así a Valentín que se precipitó contra el punto de unión de dos casetas. Los obreros accidentados pertenecen a la empresa Andamios-Resa, una de las muchas subcontratas empleadas en esta obra que costará 6.000 millones.

En los ocho primeros meses de este año ha habido 28 accidentes mortales frente a los 27 de todo 1996. Los sindicatos tienen las espadas en alto.

Nada más producirse el siniestro, dos ambulancias del Samur acudieron al lugar. Pero al estar los obreros a más de cinco metros de altura, sobre las casetas, los facultativos tuvieron que esperar a los bomberos. Estos emplearon una escala mecánica para subir allí. Los médicos subieron con ellos.

La escena impresionó a los facultativos: "Los dos obreros estaban inconscientes. Valentín sufría traumatismos en cráneo, columna, tórax y abdomen. El otro tenía un traumatismo craneoencefálico grave. Fue muy difícil estabilizarles y bajarles", señaló un portavoz del Samur.

Valentín fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Clínico. Tras ser operado, quedó en estado de choque. Anoche falleció a las 22.00 horas. Tolete sufrió heridas de menor gravedad. En el hospital Gregorio Marañón, se le diagnosticaron policontusiones, traumatismo craneal y una herida incisa en la cabeza. Su pronóstico era reservado, aunque los médicos no temían por su vida.

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CC OO cuestiona que los obreros estuviesen bien sujetos al andamio

VIENE DE LA PÁGINA 1Junto a los cuerpos, los bomberos encontraron los cascos y los arneses. En el lugar también se hallaba el responsable de Salud en la Construcción de CC OO, Braulio Ballestero, que se topó con el accidente cuando llegaba a la sede del sindicato, cercana al lugar de los hechos. Según Ballesteros, los accidentados llevaban puesto el cinturón de seguridad (una especie de riñonera), en lugar del arnés, cuya ventaja es que cruza todo el cuerpo y, en caso de que el trabajador quede colgado evita fracturas de columna.

"La inspección de Trabajo debe delimitar si los cinturones estaban anclados y también si la empresa había facilitado puntos para ese anclaje y explicado las medidas de seguridad pertinentes", explica. "También deberán comprobar porqué se desprendió el voladizo del andamio", añade.

Ballesteros asegura que él no vio los cascos de los obreros. "Aunque quizá se los llevaron los bomberos", matiza. "Lo que sí vi sobre la caseta fueron los dos cinturones de seguridad y dos arneses nuevos que la empresa debió poner ahí tras los hechos para intentar rebajar la posible sanción. A un obrero malherido sólo se le puede quitar el arnés cortándolo porque de lo contrario habría que moverle, cosa desaconsejada en accidentes, sin embargo, el cinturón se puede quitar con facilidad", apostilla.

Esta obra iba a toda pastilla porque debían acabar enseguida, ya que debían entregarla muy pronto", concluye Ballesteros. Ayer, tras el grave accidente, el tajo bullía en un constante ir y venir de trabajadores de distintos gremios y empresas que continuaban con sus cometidos.

Trabajo frenético

"Trabajaban frenéticamente, día y noche. En el momento del accidente se hizo el silencio entre los trabajadores y los fieles que iban a la Iglesia de Jesús de Medinaceli", corroboró una vecina."

Este periódico intentó hablar ayer con el responsable de seguridad de la obra y con representantes de la empresa Andamios Resa, sin poder localizar a ninguno de ellos. Tampoco fue posible localizar a ningún miembro de la consejería de Economía y Empleo de la Comunidad de Madrid, que tiene la responsabilidad en materia de seguridad laboral.

Las obras del hotel Palace, a cargo de la empresa Necso (fusión de Entrecanales y Cubiertas), habían entrado esta semana en su última fase dado que para el próximo lunes, 1 de septiembre, está previsto el fin de la rehabilitación exterior, que comenzó en diciembre. Se trata de una ambiciosa reforma de uno de los hoteles más emblemáticos de Madrid y cuya finalidad es recuperar la quinta estrella.

El pasado jueves, otra obra situada cerca del Palace, la de la cubierta del Museo del Prado, efectuada por una unión temporal de Entrecanales y Fomento de Construcciones y Contratas, fue sancionada por el Gobierno regional con una multa de 20 millones de pesetas por graves infracciones en seguridad.

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