Medidas en favor de la pequeña y mediana empresa, del ahorro privado y lucha contra el fraude fiscal
El marco presupuestario para el año que viene contempla el mantenimiento de la presión fiscal, con medidas apoyo a la pequeña y mediana empresa y en favor del ahorro privado. Todas estas modificaciones suponen un adelanto de la reforma del impuesto sobre la renta en la que trabaja la secretaría de Estado de Hacienda y que, como pronto, aplicará en el año 2000. La única medida prevista con caracter general para 1998 es la adecuación de la tabla de retenciones del trabajo a la inflación prevista, lo que supondrá para los contribuyentes dejar de adelantar a Hacienda unos 30.000 millones de pesetas.En cuanto a las pequeñas y medianas empresas, Hacienda estudia reducir el tipo del impuesto de sociedades para aquellas cuya facturación no rebase los 1.000 millones de pesetas. Igualmente, se prevé aumentar desde el medio millón de pesetas actual hasta un millón la exención prevista para aquellos trabajadores en paro que. decidan cobrar la prestación por desempleo de una sola vez y constituir una empresa. En cuanto a las medidas para favorecer el ahorro, el Gobierno esperará a que la subcomisión creada en el Congreso le haga sus propuestas. Sobre todo, significarán un mejor tratamiento fiscal para los fondos de pensiones.
Durante 1997, la Agencia Tributarla ha decidido poner en marcha planes especiales de control del fraude, tanto en el ámbito de la Gestión Tributaria como de la Inspección, que supondrán un incremento de los ingresos tributarios previstos para este año de 50.000 millones de pesetas.
Según una nota emitida por el Ministerio de Hacienda, la amplia remodelación aprobada anteayer por el Gobierno persigue "afrontar de manera eficaz las exigencias derivadas del proceso de convergencia europeo y el pacto de estabilidad, la implantación del euro y la aplicación de la corresponsabilidad fiscal". Asimismo, se persigue un reforzamiento de auyuda al contribuyente.
La reorganización de la Agencia ha supuesto el cese de su anterior responsable, Jesús Bermejo, y su sustitución por José Aurelio García Martín, y es consecuencia de la crisis abierta en Hacienda por el fracaso de la operación de los 200.000 millones.
