Los científicos y el déficit del Estado

Estoy seguro de que la mayoría de los científicos españoles, y yo entre ellos, están satisfechos y felices por las buenas cifras de la economía española en la actualidad.Sin embargo, nos duele el método de disminuir el déficit del Estado.

El día 14 de mayo, fecha en que escribo esta carta, todavía no han sido abonadas las anualidades de los proyectos de investigación correspondientes a 1997.

Tampoco lo han sido los presupuestos ordinarios de los institutos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). No creo que la contención del déficit deba pasar por no hacer frente a los compromisos contraídos.

No obstante, quiero sugerir al Gobierno un método alternativo para la mejora del déficit ,basada en la experiencia del CSIC: pagar las facturas con prontitud.

Cualquier investigador sabe que las compañías que venden productos para la investigación y el diagnóstico en hospitales tiene precios distintos, según quien compra.

El CSIC paga pronto (menos de tres meses siempre, y en general mucho menos tiempo) y consigue por ello precios mejores. La Seguridad Social debe pagar precios tres o más veces superiores por tardar en el pago de un modo bochornoso.

Si se piensa en la cantidad de dinero público que ahorraría la Seguridad Social pagando con prontitud, estoy seguro de que el déficit mejoraría y todos los científicos podríamos disponer de las anualidades, ya de por sí magras, en su momento adecuado y no a mitad del año en curso-