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Las nuevas tarifas colocarán a Telefónica entre las compañías más caras de Europa

Con las subidas que prevé aplicar en la cuota mensual de abono durante 1998, Telefónica se colocará entre las compañías de teléfonos más caras de Europa. A finales de 1998, el precio mensual por estar conectado a la red será de 1.442 pesetas, más el 16% de IVA, frente a las 1.242 actuales. Telefónica subirá también las llamadas urbanas y bajará las provinciales, interprovinciales e intemacionales. Al consumidor le queda la satisfacción de que junto con las nuevas tarifas, Fomento ha introducido elementos correctores para que el coste de las llamadas se ajuste más a la realidad del tiempo dedicado al teléfono.

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A lo largo del año 1998 bajarán las llamadas provinciales (un 5%), interprovinciales (15%) e internacionales (12%), aunque Telefónica no dejará de estar entre las compañías telefónicas más caras de Europa en estos segmentos. El próximo 3 de abril, la Comisión Delegada de Asuntos Económicos comenzará la reordenación de las tarifas de Telefónica, que seguirán bajo la autoridad del Gobierno hasta diciembre de 1998, con un descenso del 11% en las llamadas interprovinciales (larga distancia nacional).

A lo largo del próximo año, Fomento ha obligado también a Telefónica a modificar su sistema de tarificación. La compañía, que seguirá en régimen de monopolio en la telefonía fija hasta finales de 1997, cobra hoy lo mismo por una llamada que dura un minuto que por otra que dura dos y medio. Pero si la llamada dura tres minutos y un segundo, Telefónica cobra como si hubieran pasado seis. Esto es así porque Telefónica factura por pasos de 180 segundos, con independencia de que se cuelgue el teléfono apenas pasados 10 segundos de comunicación.

Telefónica asegura que cobra 3,8 pesetas / minuto por una llamada que dure exactamente tres minutos. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, se cuelga antes el teléfono. Según Fomento, la duración media de las llamadas locales, regionales y nacionales es de 2,45 minutos, 2,73 y 3,28 minutos, respectivamente. Por eso, el precio real de las llamadas que cobra Telefónica es 5,62 pesetas minuto.

El Ministerio de Fomento ha querido corregir esa irregularidad y, al mismo tiempo que autorizaba los nuevos precios, ha introducido medidas correctoras.

'Sistema español'

De esa forma, Fomento pretende que el método de facturación que aplica Telefónica se acerque al empleado en el Reino Unido (modelo de liberalización al que se recurre a menudo), Estados Unidos o Japón. Las compañías telefónicas de estos países facturan por segundo, es decir, que allí no es lo mismo hablar 60 segundo que 180. La orden ministerial que prevé las subidas establece que los periodos de tarificación pasarán de los 180 segundos actuales a 159 segundos, 143 y 129 segundos cada vez que se suban las llamadas urbanas en abril, agosto y noviembre del año próximo. La subida será de 0,25 pesetas cada vez.

Con la subida pactada, el precio de las llamadas urbanas de Telefónica se situará en 6,30 pe setas por minuto al final de 1998, es decir, casi un 12% más caras que su coste real actual.

En el caso de las llamadas provinciales e interprovinciales, para las que se han autorizado rebajas a lo largo del próximo año, los nuevos precios serán de 35,1 pesetas/minuto y en 54,8 pesetas / minuto, respectivamente. A pesar de las subidas, Telefónica seguirá ligeramente por debajo de la media Europa en el segmento de llamadas metropolitanas. Esta situación no es la misma en el caso de las llamadas regionales e interprovinciales, que Telefónica cobra más caras que otras compañías europeas, aunque siguen una tendencia descendente desde hace dos años.Sin embargo, donde la compañía española marca claramente la diferencia es en la cuota que cobra mensualmente a sus abonados: 1.242 pesetas, más el 16% de IVA, correspondiente a los artículos de lujo. Tras las subidas autorizadas serán 1.442 pesetas. "Con dichas subidas, la cuota de abono se situará [en agosto de 19981 por encima de la media europea", asegura un informe del Ministerio de Fomento.Ya hoy, la cuota mensual de abono fijo supone cerca de un 20% del total de ingresos (2,006 billones de pesetas) de Telefónica. La compañía, que ostentará el monopolio en la prestación del servicio telefónico no móvil hasta final de 1997, obtendrá 38.400 millones más al año por este concepto."Resulta totalmente injustificado un aumento del 16,08% en la cuota de abono, que pasará de representar un coste diario de 41,40 pesetas a 48,06 pesetas", afirma la asociación de consumidores Plataforma de Opinión Reivindicativa de Cataluña.

La reordenación de tarifas ha sido largamente demanda por Telefónica en los últimos años. La compañía siempre ha considerado que la apertura del mercado a la competencia exigía como condición previa una reestructuración de tarifas que equiilbrara los precios y costes de los distintos servicios.

"Si no se hace así" ' razonaba un informe de la compañía, "será muy fácil para los futuros competidores de Telefónica ganar cuota de mercado en los servicios de larga distancia [nacional e internacional], que soportan precios artificialmente altos para compensar el segmento deficitario de las tarifas urbanas".

O sea, que para poder hacer frente a la competencia, Telefónica abandona el sistema de financiación cruzada de los servicios (el coste del servicio urbano lo sufragan ahora las llamadas internacionales). Lo pagarán los consumidores de llamadas urbanas, mientras bajan las llamadas internacionales, realizadas habitualmente por empresas.

Libre competencia

Y eso, a pesar de que las llamadas internacionales suponen sólo un 10% de los ingresos de Telefónica y la convierten, por tanto, en una de las compañías europeas menos expuestas a la competencia de multinacionales.En este sentido, el ex ministro socialista, José Borrell, declaró ayer a Europa Press, que haber modificado las tarifas de Telefónica inmediatamente después de que se haya privatizado la compañía "es un escándalo", que en países como Estados Unidos habría provocado la intervención de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Borrel aseguró que el PP no debería haber compañía puede cobrar.

Las nuevas tarifas de Telefónica tampoco se lo ponen fácil a la competencia. Retevisión, que prevé empezar a competir este año, y las compañías de televisión por cable, que podrán dar servicio telefónico a partir del 1 de enero de 1998, tendrán que pagar una media de 5,1 pesetas por minuto de interconexión a la red de Telefónica. La interconexión es imprescindible para que la llamada de un cliente de Retevisión -muy pocos al principio- pueda llegar a un abonado a Telefónica, que serán mayoría por algún tiempo. El precio por la interconexión que habrán de pagar a Telefónica sus competidores está por encima de la media europea. También entre las más caras del mundo.

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