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Prodi aprecia una "perfecta sintonía" con Madrid y París sobre la unión monetaria

El primer ministro italiano, Romano Prodi, dijo ayer, tras hablar por teléfono con el presidente francés, Jacques Chirac, que "emerge una perfecta sintonía" entre los países mediterráneos, es decir, Italia, Francia y España, acerca de las estrategias de aproximación a las discusiones sobre el Tratado de Maastricht". Prodi, que hizo esta afirmación en respuesta a preguntas en el Senado, mostró su optimismo sobre el futuro de su país y del resto de Europa."Italia no pedirá aplazamientos ni descuentos" en los estrictos criterios acordados para el ingreso en la unión monetaria europea (UME), afirmó, ya que está preparada y tiene todos los papeles en regla para entrar en 1999, desde el primer día. El primer ministro destacó que la inflación se mueve ya en torno al 2,4%, una cifra que no se conocía desde los años sesenta y que es incluso inferior a la requerida por el tratado, y añadió que la relación entre el déficit y el producto interior bruto (PIB) ya está cerca del "fátidico 3%" fijado en los acuerdos de Maastricht.

Prodi prepara, sin embargo, un plan de ajuste para ahorrar en el Presupuesto una cantidad "entre seis millones y, 16 billones de liras (entre 500.000 millones y 1,3 billones de pesetas)" que aún se paran a Italia del objetivo. El plan ha sido rechazado en principio por Refundación Comunista, que forma parte de la mayoría que sostiene al Gobierno. También el sindicato mayoritario, CGIL, estima que el ajuste no es deseable, y que, si fueran precisas correcciones en la marcha del gasto y los ingresos del Estado, sería mejor abordarlas con criterios amplios en los Presupuestos Generales para 1998, anticipando la entrada en vigor de éstos al verano o el otoño de este año.

Fausto Bertinotti, secretario de Refundación Comunista, pidió ayer a Prodi que busque un acuerdo con otros países europeos para "proponer al menos una flexibilización realista de los criterios de Maastricht y una ampliación de los plazos" de creación de la unión monetaria.

El primer ministro le respondió que no habrá aplazamientos, y afirmó: "No hay contradicción entre la política de empleo y Maastricht. Sólo se puede crear trabajo en una economía sólida y saneada".

Sáenz, optimista

En España, el debate sobre el euro también continúa. El presidente de Banesto, Alfredo Sáenz, manifestó ayer que en los últimos meses se ha constatado una "clara falta de confianza" en las economías del sur, que podría afectar al ingreso de esos países en la unión monetaria. En una conferencia sobre el euro en la Universidad Europea de Madrid, Sáenz defendió, sin embargo, que "España e Italia entrarán juntas en el euro". "Quien crea lo contrario se equivoca", aseguró.El máximo responsable del Banco Español de Crédito dibujo, no obstante, un panorama menos optimista que el de hace unos meses. Aún así, insistió en que el escenario más probable es una unión monetaria muy amplia, en la que primen los criterios políticos.

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