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Volkswagen se rinde a General Motors y le pagará 100 millones de dólares por el 'caso Arriortúa'

Volkswagen ha perdido la larga batalla que, desde marzo de 1993, libra con General Motors en el caso Arriortúa. GM acusaba al ingeniero español José Ignacio López de Arriortúa de haberse llevado documentos confidenciales de la empresa cuando fue contratado por VW. La compañía automovilística alemana tiró ayer la toalla y se ha comprometido a pagar 100 millones de dólares (unos 13.200 millones de pesetas) a su competidora norteamericana y a su filial alemana Opel. Además deberá comprarles piezas durante siete años por un importe de 1.000 millones de dólares.

Volkswagen se rindió ayer a General Motors. Un mes largo después de haber forzado la dimisión de López de Arriortúa (el 29 de noviembre de 1996), las dos empresas alcanzaron ayer un acuerdo por el que la firma alemana reconoce su culpabilidad -y la del que fue su subordinado- al admitir pagar 100 millones de dólares de compensación, así como el compromiso de compra de componentes por valor de 1.000 millones de dólares durante siete años.El acuerdo extrajudicial puede evitar, no obstante, un gasto mucho mayor para el grupo alemán. En círculos empresariales se había llegado a cifrar en 7.000 millones de pesetas la valoración de los daños por parte de GM. Esa cifra habría hecho tambalearse al consorcio alemán. El acuerdo, además, puede reestablecer las relaciones que mantenían las dos entidades antes del conflicto. Entonces VW suministraba piezas a Opel. Ahora, de momento, Volkswagen se obliga a comprárselas.

General Motors, por su parte, se compromete a retirar la demanda contra Volkswagen tanto en Alemania como en Estados Unidos. La retirada de la demanda en el país norteamericano -concretamente, en Detroit- incluye también a López de Arriortúa y los otros miembros del grupo acusados junto a éste. Sin embargo, no afecta en absoluto a la demanda presentada en la fiscalía de Darmstadt (Alemania).El proceso a 'Superlópez'

General Motors y su filial alemana Opel lanzaron la acusación contra Volkswagen y su antiguo director de compras, el ingeniero español José Ignacio López de Arriortúa, tras el paso de este último y de varios de sus colaboradores de General Motors a Volkswagen en 1993. Desde entonces ha habido un duro enfrentamiento entre las dos compañías, no exento de acusaciones verbales cruzadas. A pesar de que Arriortúa parecía contar con el apoyo de VW se vio empujado a la dimisión. El futuro del presidente, Ferdinand Piëch, al frente de la empresa ha quedado. en entredicho en los últimos meses por el mismo caso.

La justicia alemana había acusado a mediados de diciembre pasado a López de Arriortúa de espionaje industrial en detrimento de General Motors, señalando también que no tenían pruebas de que Volkswagen hubiese actuado como cómplice del español. A raíz de esas acusaciones López de Arriortúa presentó su dimisión.

Arriortúa, conocido por el sobrenombre de Superlópez, fue acusado de un delito penado con cinco años de cárcel y por el que debe ser juzgado. El acuerdo, en principio, no tendría que influir en el proceso judicial, a no ser que GM decidiese también retirar los cargos contra el ingeniero español, que desde que se retiró de VW ha centrado su actividad en una empresa de asesoría entre cuyos clientes se incluye la propia VW. Su fama proviene por la peculiar política de compras con la que se caracterizó en los tiempos de GM y que luego aplicó en VW. Sus métodos han sido requeridos por varios institutos de empresa.

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