Aznar acepta la exigencia de Pujol de aumentar la inversión en Cataluña

José María Aznar está dispuesto a considerar las enmiendas presentadas por el Grupo parlamentario de Convergencia i Unió (CiU) a los Presupuestos, entre ellas el aumento de la inversión estatal para Cataluña. Así se lo comunicó a Jordi Pujol en el encuentro mantenido el jueves en La Moncloa. En el curso de la reunión, Pujol manifestó a Aznar el interés que tiene para la Generalitat catalana el reconocimiento del hecho diferencial en materia de financiación.

Aznar dio su conformidad a Pujol para estudiar las enmiendas planteadas por CiU a los Presupuestos, la más importante de ellas, la reclamación de un aumento en 35.000 millones de la inversión estatal para Cataluña. El presidente del Gobierno no ofreció mayores precisiones a su socio político sobre la cifra en la que finalmente se aumentará la inversión y la supeditó a la negociación que se llevará a cabo en el Parlamento.CiU reclama un 16% de la inversión pública: del Estado, frente al 5% que le ofrece el Gobierno en los Presupuestos de 1997. En los años anteriores, la inversión ha sido del 7%, superior a la ofrecida este año, y en los años de mayor inversión, como en la etapa de obras de los Juegos Olímpicos, llegó a subir al 9%.

En materia autonómica, Aznar se mantuvo firme con Pujol en la idea de que el Gobierno sólo cumplirá los compromisos a los que está obligado por los pactos de investidura de abril. Jugó fuerte la carta del estricto cumplimiento de los pactos en los plazos previstos por parte del Gobierno, como la Ley Orgánica de Funcionamiento de la Administración General del Estado (LOFAGE), que reforma la Administración periférica del Estado y suprime la figura del gobernador civil, o el propio modelo de financiación autonómica.

Fue el punto más conflictivo del encuentro, porque Pujol no renuncia a desbordar a lo largo de la legislatura el contenido literal del ,pacto, amparado sobre todo en las concesiones que el Gobierno ha hecho al PNY.

Diferencias difuminadas

La cuestión de fondo que Pujol planteó a Aznar es la definición del hecho diferencial. El presidente catalán está molesto porque el hecho diferencial catalán se difumina al generalizarse a todas las comunidades las reclamaciones que obtiene para Cataluña. Esta diferenciación se extiende ya incluso al término "nacionalidad" -que se sobreentendía limitado a Cataluña, País Vasco y Galicia- al aprobarse en el Congreso la inclusión de este término en los estatutos de Aragón y Canarias.

El País Vasco dispone de un régimen especial de financiación y una policía autonómica integral. Por eso, Pujol vuelve ahora los ojos- hacia un régimen especial de financiación, como una manera de distinguir el carácter específico de la nacionalidad catalana, como lo tiene la vasca. Pujol obtuvo de Aznar garantías de que el desarrollo de un modelo policial catalán no tendrá problemas y no será generalizable a otras comunidades. Tanto Aznar como Pujol actúan amparados en los pactos suscritos en abril. La tensión que ha originado CiU a raíz de la renovación del Concierto vasco ha repercutido muy negativamente en sus relaciones con el PNV.

Ayer, Jon Zabalia, diputado del PNV caracterizado por su talante moderado, se quejó de la actitud de CiU. "Parece que no tienen las cosas muy claras y tensan las cuerdas en una permanente negociación, conscientes de la necesidad de que el PP necesita de su apoyo", dijo a Europa Press.

La reivindicación que Pujol planteó a Aznar sobre la cesión de los impuestos especiales a Cataluña durante la presente legislatura provocó el rechazo del PSOE e Izquierda Unida. El dirigente socialista Juan Pedro Hernández Moltó dijo que Pujol había dejado herido de muerte el sistema de financiación autonómico y había puesto en ridículo al Gobierno de Aznar. El coordinador de IU en Andalucía, Antonio Romero, acusó a Aznar de actuar "con oportunismo político" para obtener el apoyo de los nacionalistas y garantizarse su continuidad en La Moncloa.