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CONSEJO DE MINISTROS

El Gobierno pide más tiempo para decidir sobre la entrega de los documentos del Cesid

Luis R. Aizpeolea

El Gobierno se tomará aún un tiempo para decidir sobre la entrega de los papeles del Cesid referentes al caso GAL que le reclaman los jueces, aunque el Consejo de Estado ya ha dictaminado sobre la cuestión. Fuentes oficiosas aseguran que la decisión se tomará como muy tarde el 2 de agosto, en el último Consejo de Ministros antes de las vacaciones. No obstante, el portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, mantuvo ayer una actitud muy prudente tras el Consejo de Ministros y ni siquiera se atrevió a fijar una fecha. Menos aún aclaró la posición del Ejecutivo.El portavoz gubernamental sólo manifestó que "ya va llegando el tiempo de tomar una decisión" y apuntó la que tiene todas las trazas de adoptar, la salomónica, al manifestar que el Ejecutivo se tomará el tiempo necesario "para conjugar los principios de la seguridad nacional y de colaboración con la Justicia".

De manera oficiosa se sabe que el presidente del Gobierno, José María Aznar, es partidario de entregar sólo una parte de los documentos reclamados para evitar así la creación de precedentes, en la línea de la posición del ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja. Con ello trata de cubrirse ante las críticas virtuales de incoherencia por la actitud que mantuvo el PP en la oposición y a su vez cierra el paso a una reclamación indiscriminada de los jueces.

Tampoco quiere darle un rango especial a la decisión y, por tanto, se adoptará en un Consejo de Ministros ordinario. Así lo reconoció ayer el portavoz del Gobierno, que, a su vez, aseguró que el Ministerio de la Presidencia aún no había recibido el dictamen del Consejo del Estado, como explicación a la ausencia de debate sobre el tema en la sesión de ayer del Gobierno.

El portavoz del Gobierno intentó hacer una exhibición de cintura en la relación del Ejecutivo con los nacionalistas. Dos hechos se lo pusieron a punto de caramelo: el próximo encuentro de su socio, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, con el secretario general del PSOE, Felipe González, y la polémica entre el vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez Cascos y el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, sobre las relaciones del Ejecutivo con ETA.

"Juntos, pero no revueltos"

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Rodríguez defendió la tesis del "juntos, pero no revueltos". Aseguró que el Gobierno no se sentía "traicionado" porque Pujol y González hablaran. Y en cuanto a la polémica entre Álvarez Cascos y Arzalluz manifestó que mantienen "dos opiniones distintas, discrepantes" respecto al diálogo con ETA, pero "no hay motivos para pensar que hay una ruptura en las buenas relaciones entre los dos partidos".

El portavoz del Gobierno elevó este suceso a doctrina general al manifestar que "lo importante entre dos partidos que han firmado un acuerdo es que éste no sea un cheque en blanco y que las concordancias y discrepancias se mantengan dentro del tono general del acuerdo".

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