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El 'bus-VAO' reduce el gasto de gasolina a la mitad y ahorra 15 minutos en horas punta

Recorrer una docena de kilómetros en nueve minutos en lugar de hacerlo en media hora no es cosa baladí cuando suena el despertador. El carril de alta ocupación (bus-VAO) no se implantó para los dormilones que suspiran por un minuto más de sueño, sino para ganar espacio en un corredor flanqueado por edificios que impiden absorber el crecimiento de tráfico. A los dos años de su apertura, un estudio financiado por la Unión Europea indica que, además de ahorrar tiempo, en el bus-VAO se consume la mitad de gasolina que si se circula por el carril convencional.

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Dos años después de la introducción en España del carril bus-VAO, una solución innovadora en la gestión de los accesos a Madrid, un estudio financiado por la UE concluye que entre las siete y las 11.00 horas de la mañana, el número de personas (51%) que lo utilizan supera a las que circulan por los carriles convencionales (49%). Esta distribución del tráfico hace que el consumo de combustible por persona sea en este caso el doble que si se hace uso del transporte público o se viaja en un turismo con uno o más acompañantes.El estudio ha sido patrocinado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en colaboración con la Dirección General de Tráfico (DGT) y un equipo de investigadores del Departamento de Transportes de la Escuela de Ingenieros de Caminos de Madrid que han utilizado cuatro turismos, facilitados por otras tantas marcas comerciales, para efectuar los recorridos durante las horas punta.

Dice en sus conclusiones que si se permitiera el acceso libre a los carriles bus- VAO, se necesitarían 5.700 vehículos más para transportar a las mismas personas que actualmente se desplazan a Madrid. Los cinco carriles de entrada serían insuficientes para acoger a tantos vehículos. Y en el caso hipotético de que todos ellos pudiesen circular consumirían un 30% más de energía para transportar el mismo número de personas.

En contra de la mala fama que los españoles tienen sobre el sometimiento a las normas, la mayoría de los conductores madrileños respeta la prohibición de circular por el carril bus-VAO en un vehículo con un sólo pasajero. Sin necesidad de que la Guardia Civil de Tráfico permanezca apostada en los accesos, la tasa de infractores (2,3%) se mantiene en niveles inferiores a los esperados (un 10%). Eso sí, se ha detectado entre noviembre y marzo un incremento de conductores solitarios (9,91%) en la salidas de Madrid por las tardes, que se aproxima al umbral admitido en este tipo de carriles reservados a vehículos con más de dos ocupantes.

Durante el periodo más crítico de circulación -de siete a ocho de la mañana- entran hacia Madrid 2.319 vehículos por el bus-VAO con 7.760 personas a bordo, mientras por los carriles convencionales 4.419 vehículos transportan tan sólo a 5.007 viajeros, según datos recogidos por Eduardo Molina Soto del Ministerio de Fomento.

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En cuanto a los tiempos que se invierten en recorrer los 12 kilómetros largos que separan Las Rozas de Moncloa, el estudio destaca que antes de entrar en servicio el bus-VAO se tardaba media hora larga. Este trayecto de reduce ahora a 13 minutos por las calzadas convencionales y a menos de nueve minutos por el bus-VAO cuando se circula a las siete de la mañana.

Para Cathi Bailey, una vecina de Majadahonda que entra a trabajar a las 8.30 horas en la calle Orense, con bus-Vao o sin él, nada ni nadie le libera del atasco, por contundentes que sean los datos del estudio: "Si salgo de casa a las 7.30 tardo una hora en llegar al trabajo. La circulación está literalmente parada en El Plantío y Aravaca. Si salgo a las 7.00 llego en 20 minutos, de modo que siempre ficho con una hora de antelación".

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