Chapa y moral
"Con 45 grados, techar con chapa metálica me crea un problema de conciencia", dice José Plaza, arquitecto de Intermón encargado de construir cuatro escuelas y rehabilitar otras tantas en Togo. "Quisiera experimentar bóvedas de ladrillo, pero aquí valoran como un progreso la chapa, porque están hartos de reponer tras las lluvias la tradicional techumbre de paja".Plaza, madrileño, es un trotamundos de la cooperación. Guatemala, India, y ahora Bugú (junto a Dapaong, a 30 kilómetros de Burkina Faso). "Una disposición oficial y ahorrativa obliga a que las escuelas tengan siempre tres aulas, de nueve metros por siete. A mí me gustaría dotar a las nuevas de otros ámbitos; aIgo así como puntos de reunión bajo un árbol integrado en el edificio". De, momento pone los cimientos. "En cuanto las terminemos, se nos llenan de niños", prevé, mientras desde el centro hoy en funcionamiento llega el coro de críos: "Mon village s'appelle Bugú...".
Tiene que construir también dos presas, de 70.000 metros cuadrados, que apoyarán los beneficios de la única existente, de 50.000. "Con la filtración natural del suelo, se logrará una excelente irrigación", dice Plaza, que gusta de pasear a orillas de la vieja presa, donde el milagro del agua ha creado un oasis, trabajado en cooperativa, con hasta tres cosechas anuales.
